Esta no es la primera vez que el costo de la deuda financiera salvadoreña enfrenta la presión de la criptomoneda. Desde el 8 de junio cuando El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en reconocer al bitcoin como moneda de curso legal, el precio del bono soberano a largo plazo en el mercado europeo que rondaba los 94 centavos de dólar cayó hasta tocar los 75 centavos de dólar, un nivel no visto desde noviembre de 2020.
A partir de agosto, las cosas parecían cambiar y los bonos recuperaban terreno, hasta que -en septiembre- la Corte Suprema de El Salvador abrió la puerta para que el presidente Nayib Bukele pueda reelegirse en las próximas elecciones presidenciales de 2024. Y a partir de ahí, los precios de los bonos iniciaron su racha a la baja hasta acelerarse con la implementación del bitcoin.
“En este caso, los rendimientos han sido llevados al alza (y los precios a la baja), debido a la incertidumbre de que El Salvador no pueda pagar su deuda como lo prometido”, señaló Mike Damas, presidente de la firma Maryland Capital Advisors.
Desde que la denominada Ley Bitcoin entró en vigor en septiembre, los negocios establecidos en El Salvador tendrán que aceptar bitcoins como medio de pago, de la misma manera que los dólares, que es la divisa oficial en este país centroamericano desde hace 20 años. A través de videos en Twitter, usuarios difunden los pagos hechos con bitcoin en sucursales de tiendas como Starbucks, Pizza Hut o McDonalds.
Para Bukele esta apuesta ayudará en el corto plazo a “generar empleos y proveer de inclusión financiera” a los salvadoreños quienes reciben remesas de sus connacionales que viven fuera del país. Sin embargo, en una economía dolarizada, los gastos se mantendrán en dólares, lo que podría derivar en un desbalance entre activos y pasivos, señaló Paul Donovan, economista en jefe del banco de inversión suizo UBS.