Tras conocerse la noticia, las acciones de Moderna se dispararon 17% al inicio de la sesión de este miércoles; sin embargo, el ánimo inicial se apagó y las acciones terminaron con un avance de 8.3%.
Por su parte, las acciones de Merck cerraron con una caída de 0.7%.
Dado que se prevé que el tamaño del mercado de las vacunas COVID-19 se contraiga en los años siguientes con respecto a los niveles observados en 2021, Moderna ha depositado sus esperanzas en otras inyecciones, que incluyen vacunas contra la gripe y el virus respiratorio sincicial.
La vacuna contra el cáncer se adapta a cada paciente para generar células T, una parte clave de la respuesta inmunitaria del organismo, basándose en la firma mutacional específica de un tumor.
En 2016, Merck y Moderna establecieron una asociación estratégica para desarrollar una vacuna personalizada para el tratamiento de varios tipos de cáncer.
En 2020, Merck vendió su inversión en acciones de Moderna, beneficiándose de la subida del precio de las acciones del fabricante de vacunas ese año.
Con información de Reuters