"La mayor historia de flujo en este momento es el dinero gravitando para ampliar la duración en los bonos del Tesoro", señaló BofA.
Los datos indican que los gestores de fondos, que esperan que los bonos se recuperen cuando llegue la anunciada recesión, han seguido comprando, incluso cuando los precios han caído, lo que ha hecho subir el rendimiento.
Las notas del Tesoro a largo plazo se han vendido mucho en los últimos meses y el rendimiento de los papeles a 10 años -que se mueve de forma inversa a su precio- alcanzó esta semana un máximo de 16 años del 5.021%.
Los analistas señalan una serie de factores que han lastrado el precios de los bonos. Entre ellos, el aumento de la oferta de deuda pública para financiar el déficit, reforzado por la reducción del abultado balance de la Reserva Federal y la creciente incertidumbre, que hace que los inversores exijan mayores rendimientos para mantener notas de larga duración, la llamada prima por plazo.