“Es fundamental que México genere rápidamente los mecanismos de mercado para que las empresas contribuyan a la mitigación del cambio climático y aporten a los objetivos ambientales del país”, dijo José-Oriol Bosh, director general del Grupo Bolsa Mexicana de Valores.
El impuesto al carbono puede ser pagado por las compañías, o compensar utilizando reducciones de emisiones.
En 2017, Zacatecas adoptó el primer impuesto de este tipo. A la fecha, cinco entidades más se han unido a la lista: Durante, Estado de México, Guanajuato, Querétaro y Yucatán; Tamaulipas y Colima ya discuten el tema.
En Tamaulipas el impuesto al carbono “avanza de manera decidida para ser aprobada antes de concluir el año”, dijo Karl Becker, subsecretario de Medio Ambiente en el estado.
Este año, señala Grupo BMV en el comunicado, Querétaro utilizó reducciones certificadas de emisiones para compensar el impuesto, con lo que el estado se puso a la vanguardia a nivel nacional en materia de política climática.
En Querétaro se han compensado 346,142 toneladas de CO2 a través del mecanismo de mitigación, con lo que los contribuyentes han cumplido con sus obligaciones a través de acciones de reducción o compensación de emisiones, dijo Ricardo Torres, subsecretario de Medio Ambiente de la entidad.
El director general de México2, Eduardo Piquero, hizo un llamado al resto de los estados del país para “fortalecer la competitividad del sector privado mexicano”. Agregó que “el tiempo se acaba y las empresas necesitan certeza sobre instrumentos que les permitan reducir emisiones de la forma más costo-efectiva de forma urgente”.