“La divisa mexicana se vio favorecida por el optimismo de los inversores dada la evidencia de que la economía estadounidense está lejos de caer en una recesión”, señaló Monex en una nota de análisis.
Sin embargo, “persisten los riesgos al alza para el tipo de cambio debido a la apreciación del yen japonés, la aversión al riesgo global y la aversión al riesgo sobre México”, apuntó Banco Base.
“Al apreciarse el yen, disminuye el atractivo para hacer carry trade y disminuyen las apuestas a favor del peso mexicano”, agregó.
La fuerte agitación de los mercados la semana pasada se calmó en las últimas jornadas tras una serie de sólidos datos económicos estadounidenses que aminoraron las preocupaciones sobre la salud de la mayor economía del mundo.
México es particularmente sensible al panorama sobre la economía de su vecino del norte, quien es su principal socio de negocios y el destino de más de un 80% de sus exportaciones.
Con información de Reuters.