No obstante, cuando Estados Unidos llevó a cabo la operación “Martillo de Medianoche”, el sábado, para destruir las instalaciones nucleares de Irán en Fordow, Natanz e Isfahán, los escenarios más conservadores quedaron descartados.
Antes del ataque de Estados Unidos, los analistas de Oxford Economics modelaron tres escenarios, incluyendo una desescalada del conflicto, un cierre completo de la producción de petróleo iraní y un cierre del Estrecho de Ormuz, "cada uno con impactos cada vez mayores en los precios mundiales del petróleo".
En el caso más grave, los precios mundiales del petróleo se dispararían hasta alrededor de 130 dólares por barril, impulsando la inflación estadounidense cerca de 6% este año, señala Oxford en la nota.
Los analistas de Capital Economics también previeron cuatro escenarios principales para los precios del petróleo derivados del conflicto Israel-Irán. En el peor escenario, “un conflicto prolongado sin salida”, se espera el cierre del Estrecho de Ormuz y/o el riesgo de que el conflicto se extienda a países vecinos y afecte la infraestructura petrolera.
En dicho escenario, los precios podrían subir a entre 130 y 150 dólares por barril, durante un largo periodo. Esta situación elevaría la inflación de las economías avanzadas entre 2 y 2.5 puntos porcentuales adicionales, para finales de 2025. Además de una caída adicional de más del 10% en los principales índices bursátiles.
Un daño en doble dimensión
Philippe Waechter, economista en Jefe de Ostrum AM, hizo un análisis previo de lo que puede pasar con los precios del petróleo en caso de una escalada del conflicto.
“La primera dimensión podría ser un alza drástica y sostenida en el precio del petróleo. El efecto podría volverse inflacionario muy rápido. Por lo general, los bancos centrales no reaccionan. Ignoran qué precio tendrá el petróleo en tres a seis meses. Por tanto, asumir una posición ante el aumento del precio del petróleo significa asumir el riesgo de encontrarse en la ruta equivocada en tres a seis meses si los precios se desploman”, explicó en referencia a la dificultad que tendrán los bancos centrales para digerir un caos como el que podría provocar el cierre del Estrecho de Ormuz , por donde pasa casi una cuarta parte del petróleo del mundo.
La otra dimensión, más profunda, es que una escalada del conflicto y los precios en el mediano plazo obliguen a la Reserva Federal a actuar para estabilizar los mercados, explica el experto, en caso de falta de liquidez.
Cerrar el estrecho de Ormuz no es tan fácil
Hasta antes de la entrada de Estados Unidos en el conflicto, los analistas de Oxford Economics no vieron ninguna afectación en la oferta de petróleo y señalaron que los aumentos de precios reflejaron primas de riesgo elevadas. Además, su pronóstico a principios de junio era el de una acumulación de existencias este año, ante una perspectiva de demanda más débil. Este lunes, de hecho, el alza del West Texas Intermediate, precio del crudo referencial en Estados Unidos, moderó su alza y se vende en 73 dólares por barril.
“Aunque Irán ha prometido venganza contra Estados Unidos, los analistas políticos ven pocas capacidades y opciones de la República Islámica que ha sido degradada. Una de las opciones que tiene es cerrar el Estrecho de Ormuz , pero el Secreto de Estado, Marco Rubio, urgió a China, el mayor comprador de petróleo de Irán, para que este no sea cerrado”, explicó Daniel Becker, CEO de Grupo Financiero Mifel, en redes sociales.
El Parlamento de Irán aprobó el cierre del estrecho, sin embargo, aún debe ser aprobado por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán.
Un cierre total del estrecho de Ormuz durante horas o días podría disparar los precios del crudo hasta 70%, lo cual impulsaría la inflación mundial y recortaría el crecimiento económico, según analistas de JPMorgan citados por Bloomberg.
Pero cerrar el estrecho de Ormuz es un arma de doble filo. En los últimos años, Irán logró reconciliarse con diversos estados petroleros del Golfo a cambio de la no intervención de Estados Unidos. Y es una fuente importante de ingresos para el régimen, además de un activo que le permite mantener abiertos los canales de diplomacia.
Pero no solo eso, algunos analistas también explican que los aliados de Irán, como China, se verían afectados por una medida tan drástica. Irán ya ha amenazado con cerrar el estrecho de Ormuz en diversas ocasiones, sin cumplirlas hasta el momento.
Se estima que el flujo total a través de esta ruta marítima es de aproximadamente 7,300 millones de barriles al año, no obstante, Bloomberg estima que los países consumidores tienen actualmente 5,800 millones de barriles de crudo y combustible almacenados.
Es decir, el mundo tiene reservas para cubrir el 80% de lo que transita anualmente por el Estrecho de Ormuz. Por lo cual se requeriría un cierre relativamente prolongado para ocasionar un desabasto.
El petróleo y la inflación en México
En el caso de México, la inflación se aceleró en los últimos meses, pero los analistas esperan que baje de los niveles actuales debido a una caída en la demanda. Algo que ya se observó en el primer trimestre del año.
No obstante, reconocen riesgos por el alza de costos laborales, tensiones comerciales y un posible repunte sostenido del petróleo.
“Para asumir un efecto inflacionario, los precios del crudo deberían de presionarse de forma importante y sostenida, como sucedió durante el inicio de la guerra Rusia-Ucrania, cuando el WTI se cotizó alrededor de 120 dólares por barril”, explicó Alejandro Saldaña, economista en jefe de Grupo Financiero Bx+.
El economista espera que la debilidad económica se mantenga en el corto plazo, pero con un repunte no muy lejano. Sobre todo si se parte de la posibilidad de una menor incertidumbre comercial, una revisión favorable del T-MEC y la consecuente reactivación de las inversiones. Esto alejaría a México de un periodo prolongado de estanflación, es decir, bajo crecimiento con alta inflación.