Así evolucionó la imagen de AMLO, Anaya, Meade y 'El Bronco' en los debates
Ninguno de los cuatro candidatos logró cautivar al electorado con su presentación en los debates presidenciales, sin embargo, Andrés Manuel López Obrador fue el que mayor evolución tuvo desde que iniciaron las campañas electorales, asegura la consultora de imagen Susana Caballero.
“En el primer debate –celebrado el 22 de abril– lo vimos desaliñado y lento para hablar, se notaba nervioso, incómodo y torpe. En el segundo –que se realizó el 20 de mayo– tuvo algunas frases que fueron repetidas durante semanas entre la ciudadanía –como Ricky Rickin Canallín– y logró dictar agenda en ese sentido. En este tercer debate lo vimos tranquilo, confiado en lo que decía y hasta sonriente”, detalla la experta, responsable de la firma Estilizare.
Para Humberto Gutiérrez, fundador y director de la consultora de imagen pública Consejos Imagen, la actitud del candidato de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ es reflejo de la seguridad que tiene sobre su triunfo político. La comodidad con la que se le veía sentado y su sonrisa son reflejo de tranquilidad. Que tuviera la corbata chueca o el saco desarreglado no importó, porque su actitud superó su imagen en el tercer debate presidencial.
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null“Pero hubo algo que de cierta manera le afectó: su bronceado. La imagen nunca debe distraer el mensaje de una persona y, en esta ocasión, impidió que los espectadores prestaran la atención necesaria a las propuestas de López Obrador. Sin embargo, el tono de su piel hizo que sus dientes se vieran más blancos, lo que resaltó su sonrisa”, explica el también conferencista.
El perdedor del debate
En esta contienda política, Ricardo Anaya es el que menos ha evolucionado respecto a la forma en que se comunica con los ciudadanos. Martha Aida Cantú, consultora de imagen asociada en Grupo Imagen Pública, expone que aunque el candidato de la coalición ‘Por México al Frente’ sea el que más sobresale en el grupo de los presidenciables por su look, en el tercer debate se notaba cansado, ojeroso y hasta distraído.
“En los primeros dos debates vimos a un Anaya cómodo con los interlocutores, viendo a la cámara, dominando el tema y hasta imponente. Pero en esta última aparición arrancó desencajado, preocupado y estresado, como si las campañas lo estuvieran acabando. Llegar con el cabello más largo y el mismo tipo de traje que utilizó los debates anteriores demuestra cansancio”, agrega Caballero.
Respecto a José Antonio Meade, candidato de la coalición ‘Todos por México’, los especialistas señalan que, a pesar de sus esfuerzos, no se logra quitar la etiqueta priista. Cantú expone que, aunque demuestra conocimiento sobre los temas expuestos, sigue sin convencer al electorado de que es capaz de gobernar un país.
En el tercer debate presidencial, algo que sobresalió de Meade fue que no ocultó el vitiligo. “No usar maquillaje excesivo fue un acierto, porque ésta era la última oportunidad que tenía de mostrarse natural, honesto y cercano a la gente”, dice la consultora de imagen asociada en Grupo Imagen Pública.
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Para Humberto Gutiérrez es el candidato que mejor maneja sus tiempos para hablar, el que parecía estar más cómodo en el escenario, el que aprovechó cualquier oportunidad para participar y controlar la situación. Sin embargo, advierte que es demasiado tarde para modificar la decisión de voto de los electores, la relación directa con el partido que está en el poder no le beneficia y, por más que intente romper barreras con los mexicanos, es poco probable que ascienda en las encuestas.
En relación al candidato independiente Jaime Rodríguez ‘El Bronco’, los tres expertos consultados coinciden en que no tiene nada que perder, por eso utiliza frases que van a generar revuelo en redes sociales, pero que rayan en lo ridículo. “Sus comentarios irreverentes logran que hablemos de él, pero difícilmente va a moverse en las encuestas”, menciona Susana Caballero.
En cuanto a su imagen personal, detalla el fundador y director de la consultora de imagen pública Consejos Imagen, ‘El Bronco’ es una persona cuidada y bastante sobria. Pero en este tercer debate se mostró inquieto al no poder moverse, parecía cerrado y limitado.
“Los candidatos deben convencer con empatía y sencillez, recordemos que el voto es emocional, no racional. Y, hasta ahora, el único que ha actuado bajo esta línea es López Obrador, por lo que no debe sorprendernos que se convierta en el próximo presidente de México”, concluye Martha Aida Cantú.