Vicepresidente de Brasil: "Quiero recuperar la confianza de la gente"
Pancartas en el camino a la casa del vicepresidente de Brasil, Michel Temer, dedican duras palabras para el hombre que podía tomar el timón del gigante sudamericano, si la presidenta Dilma Rousseff es sometida a juicio político.
"Golpista", se puede leer en los carteles a lo largo de la ruta.
Es una acusación que Rousseff también ha hecho, calificando el proceso de juicio político como un “golpe” y llamando a Temer “conspirador”.
Esa descripción no es justa, dijo Temer a CNN en una entrevista exclusiva el lunes.
"No hay un golpe de Estado en este país. No hay ningún intento de violar la Constitución", dijo Temer, y agregó que el 62% de los brasileños está a favor de la destitución de Rousseff.
Temer habló con CNN en Jaburu, el –fuertemente custodiado- palacio vicepresidencial diseñado por el famoso arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. Sobre su escritorio, había un libro de derecho constitucional abierto.
"¿Qué conspiración estoy liderando? ¿Tengo el poder para convencer a los 367 miembros del Congreso? Más de la mitad de la población brasileña", dijo. "Creo que la presidenta está equivocada en este punto también".
Rousseff y Temer, un abogado de 75 años de edad, forjaron una alianza con el apoyo de su Partido Movimiento Democrático Brasileño. Juntos accedieron al poder con la bendición del mentor de Rousseff, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Pero esa alianza es la última víctima en un panorama político que rápidamente se está fracturando mientras un creciente escándalo sacude el gobierno de Brasil a solo unos meses de los Juegos Olímpicos que alberga el país.
Su plan: poner a Brasil “de nuevo en marcha”
Si el Senado vota a favor de la celebración de un juicio político, Temer tomará las riendas del país durante al menos 180 días, mientras Rousseff se defiende.
Si Rousseff es encontrada culpable, la ley brasileña dice que Temer deberá cumplir el resto de su mandato, que se extiende hasta finales de 2018.
"Mi propuesta es una de reconciliación nacional, de pacificación nacional", dijo Temer a CNN. "Ya lo he dicho muchas veces, pero lo que propongo es un gobierno que pueda actuar como salvación nacional. Eso unificaría a todos los partidos, incluyendo aquellos en el lado de la oposición. Creo que esa es la única manera de salir de esta crisis... Mi objetivo será, con el apoyo de las fuerzas políticas del país, formar un buen gabinete para aconsejarme y garantizar la gobernabilidad, para ayudar a la recuperación económica y poner al país de nuevo en marcha".
Río de Janeiro será la sede de los Juegos Olímpicos el próximo mes de agosto. ¿Podrían verse afectados por la crisis política que vive el país?
"No lo creo", dijo Temer. "Los Juegos Olímpicos están siendo muy bien organizados en un esfuerzo conjunto entre el gobierno del estado de Río, el gobierno municipal de Río y con la participación del gobierno federal. No tengo ninguna duda de que los Juegos Olímpicos serán un éxito, al igual que lo han sido en otras partes del mundo".
Recuperar la confianza
Rousseff es ahora una presidenta muy impopular con un índice de aprobación de cerca del 10% debido a la peor recesión en décadas y a un escándalo de corrupción que implica a la petrolera estatal Petrobras y a docenas de políticos de su partido y de la coalición gobernante.
La presidenta no está implicada en el escándalo, pero millones de brasileños han salido a las calles para exigir su destitución por la corrupción institucional y la recesión económica.
La semana pasada, la Cámara baja del país aprobó por abrumadora mayoría una moción para su destitución. Rousseff está acusada de violar las leyes presupuestarias para cubrir un déficit y pagar los populares programas sociales.
Parte del desafío para Temer será que muchos políticos de su partido también han sido acusados en el escándalo de sobornos. Temer no está bajo investigación, pero su nombre ha sido mencionado en algunos de los testimonios.
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Él dijo a CNN que no tenía nada que ver con el escándalo de sobornos.
¿El primer paso de Temer si el proceso de juicio político va hacia adelante?
"Quiero recuperar la confianza del pueblo brasileño y de todos los sectores de la sociedad", dijo a CNN.
Pero eso no es cosa fácil.
La mayoría de los brasileños creen que el vicepresidente también debe ser acusado y preferirían unas nuevas elecciones.
Temer dijo que la Constitución de su país no permite que el vicepresidente sea sometido a juicio político. Pero si se convierte en presidente, las cosas podrían cambiar.
"Soy consciente de que si me convierto en presidente, yo también podría ser procesado por cualquier delito político", dijo.
Shasta Darlington y Flora Charner informaron desde Brasilia. Catherine E. Shoichet escribió la historia en Atlanta. Rafael Romo contribuyó con este reporte.