Abandonar las entrevistas, una táctica usual de Donald Trump
Donald Trump acaparó los titulares hace unos días cuando abandonó dos entrevistas en televisoras locales tras ser cuestionado duramente por los reporteros.
Esto es algo que el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos ya había hecho. En 1990, Trump fue a una entrevista con CNN y abandonó el estudio cuando le preguntaron sobre la estabilidad financiera de sus casinos en Atlantic City.
La entrevista se realizó en marzo de 1990, tan solo días antes de que el casino Taj Mahal abriera sus puertas. Una semana antes, el empresario había arremetido contra Marvin Roffman, un analista financiero que predijo que el proyecto de Trump no sobreviviría. Trump también amenazó con demandar a Janney Montgomery Scott LLC—empleador de Roffman—a menos de que se disculpara.
“Cuando esta propiedad abra, tendrá tanta publicidad gratuita que romperá el récord en abril, junio y julio”, dijo Roffman en esa ocasión. “Pero una vez que se enfríe, entre octubre y febrero, no lo logrará. El mercado no está ahí”.
Días después de sus declaraciones, Roffman fue despedido de su empleo.
En la entrevista con CNN, el periodista Charles Feldman hizo a Trump algunos comentarios poco alentadores sobre el casino. Trump lo tomó a mal.
“Muchos analistas creen que será muy exitoso, siembre va a haber quien diga ‘quizás no, ya lo veremos’”, comentó el magnate. “Creo que será un edificio hermoso y todo mundo irá”.
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Feldman apuntó a que varios analistas tenían las mismas consideraciones que Roffman.
“No vamos a hablar sobre lo positivo; vamos a hablar sobre lo negativo. Quieres hablar sobre lo negativo”, acusó el empresario y abandonó la entrevista.
En julio de 1990, cuatro meses luego de que Roffman fuera despedido y Trump abandonara el estudio de CNN, el analista demandó al empresario por difamación—posteriormente se llegó a un acuerdo.
A pesar de que Roffman firmó un acuerdo de confidencialidad que le prohibía hablar del monto del acuerdo, dijo al portal Politico este año que había quedado “extremadamente feliz”.
En julio de 1991, el Taj Mahal de Trump se acogió a la política de bancarrota.