El presidente de Brasil recibió sobornos por 4.5 mdd: testigo
El presidente de Brasil, Michel Temer, recibió unos 15 millones de reales (4.6 millones de dólares) en sobornos, reveló un director de la empresa de carne JBS.
Los testimonios de ejecutivos de JBS se conocieron este viernes luego que el Supremo Tribunal Federal abrió una investigación a Temer por obstrucción a la justicia y corrupción pasiva, de acuerdo con Reuters.
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Como parte de un acuerdo con la justicia, ejecutivos de JBS también relataron pagos de sobornos a Temer y a un diputado a cambio de acabar con el monopolio de la petrolera Petrobras en el abastecimiento de gas natural.
Las declaraciones judiciales sostuvieron además que el expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió 50 millones de dólares en sobornos en cuentas en el extranjero, y la exmandataria, Dilma Rousseff, otros 30 millones de dólares.
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Los exmandatarios han insistido repetidamente en su inocencia.
Por otra parte, la fiscalía general de Brasil acusó a Temer de intentar frenar, junto al senador suspendido Aecio Neves, el avance de la Operación Lava Jato sobre sobornos en Petrobras, en un pedido de acusación enviado a la corte suprema y revelado este viernes.
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"Se verifica que Aecio Neves, en articulación, entre otros, con el presidente Michel Temer, buscaron impedir que avancen las investigaciones de Lava Jato, sea por medio de medidas legisltativas o por medio del control de nombramientos de los comisarios de la policía que conducirían las investigaciones", señala el texto al que accedió la agencia AFP.
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Este jueves, el presidente de Brasil desafió a sus críticos y dijo que no renunciará, pese a que el principal tribunal judicial del país autorizó que se lo investigue por las acusaciones de que consintió el soborno de un posible testigo en una gran pesquisa por corrupción.
La investigación aviva la posibilidad de que Brasil pueda ver la caída de un segundo presidente en menos de un año y provocó el derrumbe de los mercados financieros del país sudamericano por las dudas de que el Congreso pueda aprobar la ambiciosa agenda de austeridad de Temer.