Europa debate las nuevas reglas de su relación con Reino Unido
Los líderes europeos, reunidos sin su par británica, adoptaron este viernes sus líneas rojas para la futura relación con Reino Unido, subrayando que cualquier acuerdo deberá contar con el visto bueno de España para su aplicación en Gibraltar.
A casi un año del brexit, previsto el 29 de marzo de 2019, Reino Unido y sus 27 socios europeos deben empezar a definir el marco de sus futuras relaciones, incluido el comercial, que se aplicaría a partir de 2021 al término de un período de transición que ambas partes cerraron la semana pasada.
"Decisión: La UE a 27 adoptó las directrices para la futura relación UE-Reino Unido tras el brexit", tuiteó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al inicio de una discusión sin la primera ministra británica, Theresa May, sobre el avance de las negociaciones entre Londres y Bruselas.
Durante una cena de trabajo la víspera, May había instado a sus pares a crear una "nueva dinámica" para encontrar "soluciones viables" en "Irlanda del Norte, en nuestra futura cooperación en seguridad y para un porvenir próspero" para los ciudadanos, según Downing Street.
Ya sin ella, los líderes de la UE aprobaron este viernes sus directrices para negociar con Londres su futuro marco de relaciones, advirtiendo de eventuales "fricciones" comerciales, ya que la cooperación económica con Reino Unido será menos estrecha al abandonar también el mercado único europeo y la unión aduanera.
nullEsto "tendrá consecuencias económicas negativas, en particular en Reino Unido", ya que se requerirán "controles y comprobaciones para mantener la integridad" del mercado único de la UE y del británico, advierten los 27 socios de la primera ministra británica, según las directrices aprobadas por los líderes.
Irlanda
La cuestión no es baladí, sobre todo respecto a Irlanda del Norte. Londres y Bruselas quieren evitar el retorno de los controles fronterizos como en la época del conflicto norirlandés entre esta provincia británica y su único territorio fronterizo, la República de Irlanda, miembro de la UE.
Los europeos quieren garantizar un espacio común con las mismas reglas y "sin fronteras internas" en la isla de Irlanda, a falta de otra solución satisfactoria para preservar el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998, si bien Londres teme que esto afecte a la integridad de su país.
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Mientras estudia alternativas, Londres aceptó incluir esa solución en el proyecto de acuerdo de divorcio, junto a los acuerdos ya alcanzados sobre la liquidación financiera, los derechos de los expatriados europeos y el período de transición.
"Cuando pasemos a la etapa de discusión de la futura relación, ahí encontraremos la solución a la frontera irlandesa", estimó un alto responsable británico. En esta línea, el mandatario irlandés, Leo Varadkar, pidió "una relación lo más estrecha posible" como el "mejor medio de evitar una frontera dura".
Con ese objetivo, los europeos abogan por negociar un acuerdo de libre comercio "ambicioso" con Reino Unido y, aunque en sus directrices no hacen una referencia explícita a los servicios financieros que reclama Londres, una fuente de Luxemburgo indicó que podrían tomar forma como un sistema de equivalencias, como ocurre con Suiza.
Gibraltar
La salida de Reino Unido de la UE puede avivar también las tensiones en Gibraltar, un territorio con más de 30,000 habitantes situado en el extremo sur de España y que pertenece a Reino Unido desde 1713, pero cuya soberanía reclama Madrid desde hace años.
Bajo presión de España, que busca un apoyo de sus socios similar al expresado con Irlanda, los europeos urgen explícitamente en sus directrices a intensificar los esfuerzos en lo que "se refiere a Gibraltar".
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En abril de 2017, los 27 otorgaron a Madrid el poder de vetar la aplicación del futuro acuerdo en Gibraltar, si no hay un acuerdo bilateral previo con Londres. Este principio se aplicará también en la cuestión del período de transición.
El canciller español, Alfonso Dastis, descartó en febrero en una entrevista con la AFP que la reivindicación española sea un obstáculo para las negociaciones, supeditando el acuerdo "a la resolución de pequeños problemas irritantes", como el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar.
Tras el brexit, los mandatarios de los 19 países del euro abordarán el futuro de esta zona. El presidente francés, Emmanuel Macron, intentará convencer al resto de países de que apoyen en junio sus propuestas de reforma, entre ellas una "capacidad presupuestaria" para enfrentar futuras crisis.