Una cumbre de países poderosos no está completa sin las protestas
Al menos tres personas fueron detenidas este viernes, segundo día de protestas en Quebec, Canadá, contra la 44 cumbre del Grupo de los Siete (G7), que ha iniciado sus trabajos.
La policía de Quebec detuvo a los manifestantes luego de que quemaran dos sillones y transgredir los límites fijados para las protestas.
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Integrantes de organizaciones de derechos cívicos, humanos, indígenas y políticos salieron de nuevo a protestar a las calles contra la reunión de los siete líderes de las naciones más industrializadas del mundo: Canadá, Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia e Italia.
En la ruta hacia la acordonada sede en La Malbaie de la 44 cumbre del G7 los manifestantes prendieron fuego a dos sillones que de inmediato fue apagado por elementos de seguridad. Debido a las protestas se detuvo el tráfico por más de una hora.
Mientras, en otros puntos de Quebec, varios grupos marcharon con pancartas contra el capitalismo y gritando en francés “las calles nos pertenecen”.
nullEste viernes es el primer día de reuniones bilaterales y colectivas entre los líderes mundiales en el lujoso hotel Fairmont Le Manoir Richelieu en La Malbaie, Quebec, sin acceso a los medios de comunicación, ya que las reuniones son a puerta cerrada.
Entre los manifestantes se encuentran los “antiextractivism”, es decir quienes se oponen al principio de crear riqueza a través de la extracción de los recursos naturales.
“Protestamos porque sólo siete líderes gobiernen el planeta”, dijo uno de los manifestantes.
Además, este sábado se realizará el foro social del G7 que centrará sus discusiones en la denuncia de la afección de los derechos laborales por las naciones más industrializadas y los recortes a los servicios sociales.
Sindicalistas, defensores de derechos humanos, grupos indígenas y estudiantes planean seguir sus protestas hasta mañana sábado, cuando concluye la reunión del G7.
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Las autoridades policiacas exhortaron a los habitantes de la zona y dueños de negocios a que se mantengan en el interior, mientras que cerca de 10,000 trabajadores públicos fueron exhortados a no ir a trabajar.
