Donald Trump lleva su propio muro a Londres para evitar protestas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó el jueves a Reino Unido, donde se encontró con su propio muro mientras las protestas contra su visita de cuatro días están en pleno apogeo.

Se han erigido altas vallas de metal y bloques de concreto alrededor del perímetro de la elegante residencia del embajador estadounidense en el centro de Londres, Winfield House, donde Trump pasó la noche del jueves.

Un letrero en la valla dice: "No acceder, no pasar. Se está llevando a cabo una operación de seguridad policial. Esto incluye patrullas armadas, patrullas caninas, circuito cerrado de televisión monitoreado y otras medidas". Cualquier contravención, advierte, "podría resultar en el uso de la fuerza en su contra, su arresto y/o enjuiciamiento".

Las medidas de seguridad adicionales pueden parecerles incongruentes a los londinenses, en medio de los frondosos alrededores de Regent's Park, un lugar popular entre los corredores, excursionistas y familias.

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Winfield House es el único lugar del centro de Londres en el que Trump pasará tiempo. Allí se espera que los manifestantes se congreguen por decenas de miles para una marcha este viernes por la tarde, horas después de que un globo gigante llamado "Bebé Trump" vuele cerca del Parlamento del Reino Unido .

Hablando en Bruselas mientras concluía una polémica cumbre de la OTAN, Trump restó importancia a las preocupaciones sobre las manifestaciones, diciendo que tenía "grandes amistades" en Reino Unido, donde nació su madre.

"Sí, puede haber protestas", dijo. "Pero creo que la gente en Reino Unido, Escocia, Irlanda, como saben, tengo propiedades en Irlanda, tengo propiedades en todas partes, creo que esas personas me quieren mucho y están de acuerdo conmigo en temas de inmigración".

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El presidente y la primera dama, Melania Trump, aterrizaron en el aeropuerto londinense de Stansted, al noreste de la capital, donde se subieron a un helicóptero hacia Winfield House.

Trump "no evita nada"

El embajador de Estados Unidos en Londres, Woody Johnson, insistió la semana pasada en que el itinerario de Trump no fue intencionalmente diseñado para evitar el encuentro con multitudes de manifestantes.

"El presidente no está evitando nada", dijo. "El presidente simplemente está tratando de obtener un viaje tan impactante como pueda en un periodo de 24 horas".

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Antes de la llegada de Trump, la embajada de Estados Unidos aconsejó a los ciudadanos estadounidenses en Londres que "mantengan un perfil bajo" durante la visita de Trump.

Protestas masivas

El viernes, Trump eludirá las protestas masivas en Londres mientras se dirige a la Real Academia Militar de Sandhurst con la primera ministra, Theresa May, para una exhibición militar, antes de las conversaciones en su residencia de campo, Checkers. Trump y la primera dama tomarán el té con la reina Isabel II en el castillo de Windsor por la tarde.

Sin embargo, la cobertura de los medios puede estar dominada por las imágenes del globo "Bebé Trump". El organizador del dirigible, Leo Murray, dijo que había sido diseñado para hablar con Trump "en un lenguaje que él entiende, que es insultos personales".

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Se espera que potencialmente decenas de miles de personas marchen a una manifestación en Trafalgar Square el viernes por la tarde, organizada por la "Coalición Stop Trump".

Decenas de otras protestas más pequeñas contra la visita de Trump se llevarán a cabo en todo Reino Unido durante su estancia.

El sábado, los partidarios de Trump se reunirán cerca de la embajada de Estados Unidos en Nine Elms, al sur de Londres, para un evento titulado "Dando la bienvenida Trump a Gran Bretaña – Hacer a Reino Unido grande de nuevo", en el que está prevista la presencia de varias figuras de derecha.

Los Trump se habrán ido de la ciudad la noche anterior a Escocia, donde el presidente posee dos propiedades de golf, Trump Turnberry y Trump Aberdeen.

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Trump pasará el fin de semana en la primera antes de dirigirse a Helsinki, Finlandia, para una cumbre muy esperada el 16 de julio con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Erin McLaughlin, de CNN, contribuyó a este reporte.