Ella purga una condena de cinco años por filtrar un documento en EU

Reality Winner es la primera informante arrestada bajo el gobierno de Trump y enfrenta la sentencia más larga aplicada a una fuente periodística. Su familia dice que el gobierno la está silenciando.
Detención. Arrestaron a Reality Winner en 2017, cuando trabajaba en un centro de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos en Georgia.

KINGSVILLE, Texas (CNN) — La madre de la primera informante arrestada en la presidencia de Trump dice que su hija está bajo un bloqueo mediático injusto para impedir que el pueblo estadounidense la conozca realmente.

Reality Winner, hija de Billie Winner-Davies, es veterana de la Fuerza Aérea estadounidense y

como parte de un acuerdo por declararse culpable de filtrar un documento reservado de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos que contenía detalles sobre un ataque cibernético ruso contra un proveedor de software electoral en 2016.

"No quieren que el mundo esté expuesto a la verdadera Reality Winner", dijo Winner-Davies a CNN en una entrevista conmovedora en su pequeña casa en el sur de Texas, en donde crio a su hija.

"La fiscalía la pintó como una persona muy mala, que odia a su país… que era necesario que el pueblo estadounidense le temiera", cuenta Winner-Davies. "Honestamente creo que tienen miedo de que si Estados Unidos llega a conocer quién es Reality Winner en realidad, van a ver que no es así, para nada". Agregó que "verían a una persona amorosa, comprometida y compasiva, honesta y buena. Creo que esa es la verdadera razón por la que se han esforzado tanto para que Estados Unidos no sepa nada de Reality".

Winner, de 27 años, trabajó en el programa de drones de la Fuerza Aérea estadounidense y está purgando la sentencia más larga que un tribunal federal haya aplicado a una fuente periodística, según el Departamento de Justicia.

La obstrucción de varios intentos de entrevistarla

CNN ha pedido permiso en varias ocasiones para entrevistar a Winner en la prisión federal; hace poco acompañó a Winner-Davies en el viaje de siete horas para visitar a su hija en el Centro Médico Federal (FMC) de Carswell en Fort Worth, en donde está encarcelada; sin embargo, a nuestro equipo le fue negada la entrada.

El alcaide del complejo ha negado las solicitudes de CNN con el argumento de que es necesario mantener "la seguridad, la integridad y la gestión ordenada del complejo". Nuestros intentos por hablar con el alcaide por teléfono, para entender qué pueden hacer los periodistas para abordar esas inquietudes, fueron infructuosos.

CNN también intentó entrevistar a Winner vía telefónica, pero su madre explicó que le personal de la prisión le instruyó a la exoperadora de drones que no agregara medios de comunicación a su lista de contactos telefónicos.

"Le hicieron una advertencia y la asustaron en cuanto a las restricciones de sus comunicaciones", señala Winner-Davis. "Le están diciendo que ni siquiera puede tener contacto con ninguna clase de periodista ni de medio, en ninguna forma, manera o vía".

En el

, la Dirección de Prisiones indica que los internos pueden presentar el número de teléfono de "cualquier persona de su elección", incluidos "miembros de la prensa noticiosa".

CNN ha hecho varias solicitudes de comentarios a la Oficina de Asuntos Públicos de la Dirección de Prisiones, pero no ha recibido respuesta.

Esta restricción aparente se contrapone a lo ocurrido con otros informantes que han tenido contacto con medios de comunicación mientras purgan condenas de prisión, como la

, y .

CNN habló con otra interna de alto perfil, que convivió con Winner en el FMC de Carswell y dio entrevistas a la prensa durante su condena.

Crystal Mason —una mujer de Texas que acaparó los titulares cuando la

mientras estaba en libertad supervisada en relación con una infracción previa— dijo que se había comunicado con la prensa tanto por teléfono como por correo electrónico.

"No tenía problemas con la prensa", dijo la abogada de Mason, Kim Cole.

Una pena contemplada en la Ley sobre Espionaje

El gobierno logró condenar a Winner con base en las disposiciones de la Ley de Espionaje, un ordenamiento de la era de la Primera Guerra Mundial; sin embargo, los fiscales no la llaman espía y en el acuerdo al que llegaron con ella, los abogados del gobierno reconocen que el documento que filtró se envió a un medio de comunicación, no a un adversario extranjero.

En un

, el fiscal federal Bobby L. Christine dijo que Winner era "el ejemplo clásico de una amenaza interna" e insistió en que este caso " " .

"El documento que Winner filtró contenía, de hecho, información CONFIDENCIAL sobre las fuentes y los métodos que se usan para adquirir la información de inteligencia que se describe en el informe", señaló Christine en el comunicado.

Los defensores de Winner comparan la severidad de su sentencia con la que le aplicaron al general retirado y exdirector de la CIA,

, quien compartió unos cuadernos con información confidencial con su biógrafa y amante. Lo acusaron de una infracción menor —mal manejo de material reservado— y y una multa de 100,000 dólares.

Sus partidarios también argumentan que otros personajes de la investigación sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 recibieron un trato mucho más indulgente. Maria Butina, quien se declaró culpable de conspirar para fungir como agente de Rusia, recibió una sentencia de un año y medio de prisión.

Durante su estancia en prisión, Butina ha dado una serie de entrevistas, entre ellas dos a CNN. Hace poco, declaró para National Public Radio que pudo hablar con su reportero desde la prisión porque "ustedes los estadounidenses tienen un derecho contemplado en la Primera Enmienda".

Winner-Davis dijo que nunca debieron haber acusado ni condenado a su hija con base en la Ley sobre Espionaje. "Ella no es traidora. Reality sirvió a su país", dice. "Nos protegió y nos defendió".

"¿Qué fue lo que filtró? Filtró algo que de hecho nos ayudó a defendernos de un ataque de Rusia", dijo.

Una medalla al 'servicio meritorio'

Winner sirvió en la Fuerza Aérea de Estados Unidos de 2010 a 2016; es lingüista y habla pastún, farsi y darí con fluidez, así que trabajaba como traductora y analista de idiomas.

La casa de la familia de Winner está llena de etiquetas en árabe, de la época en la que era estudiante: sura en una foto enmarcada; hamam en la puerta del baño.

En 2016,

, que se otorga a miembros que se han distinguido por su "servicio meritorio".

En 2017, mientras trabajaba como contratista en la Agencia de Seguridad Nacional en Georgia,

f
que contenía detalles de un ataque cibernético ruso en 2016. El documento sirvió como base para un artículo que , un medio noticioso electrónico que afirma que lo recibieron de una fuente anónima; sin embargo, arrestaron a Winner antes de que el artículo se publicara en internet.

Winner-Davis dijo a CNN que su hija "no tiene corazón criminal ni mente criminal" y que no se esforzó por borrar su rastro, pero que sentía que tenía que hacer algo.

"Para ella fue muy frustrante oír las noticias día tras día, saber que al país le estaba costando no saber la verdad y ver que ella tenía la verdad ahí… frente a ella, en su escritorio".

"Imprimió el documento y lo tuvo en su escritorio un par de días antes de enviarlo. Esto no es algo que hizo nada más por capricho. Ella pensaba que era lo correcto para Estados Unidos. Esto es lo que había que hacer".

El 3 de junio, la familia y los amigos de Winner conmemorarán el segundo aniversario de su arresto con una protesta en Washington. Tienen pensado cabildear con sus representantes en el Congreso y pedirle al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que la perdone.

"He visto que hace poco perdonó a gente", dijo la madre de Winner. "Sé que esto es algo que tiene mucho peso para él. Ella no es una amenaza a la sociedad, no es una persona peligrosa".

Pese a todo lo que su hija ha vivido, Winner-Davis dice que hizo lo correcto.

"Pagó el precio, pero no cambiaría lo que hizo porque creo que lo que hizo fue noble, creo que lo que hizo fue patriótico".

Bryony Jones, de CNN, contribuyó con este reportaje.