El coronavirus no discrimina. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estuvo reunido en Mar-a-Lago con el brasileño Jair Bolsonaro, y durante una cena estuvo en contacto cercano con varias personas que han dado positivo por la enfermedad: un miembro de la delegación brasileño y otros dos asistentes al evento.
Este viernes, en una conferencia de prensa, el mandatario se dio la mano con una serie de ejecutivos allí presentes, a los que también se ha tomado la temperatura.
La Casa Blanca instituyó el sábado una nueva política para verificar la temperatura de los periodistas en la sala de prensa. Los controles, realizados por un miembro de la oficina del médico de la Casa Blanca con un termómetro en la frente de los periodistas, se realizaron antes de una sesión informativa del vicepresidente Mike Pence con periodistas.
A un miembro del cuerpo de prensa no se le permitió asistir a la sesión informativa después del examen de temperatura.
El propio Bolsonaro pasó el test a su regreso a Brasil, aunque los resultados dieron negativo. Varias personas de su delegación, en cambio, sí están enfermas.
Mientras, la pandemia se ha extendido ya por 49 estados de Estados Unidos, y Nueva York reportó la primera muerte, de una mujer de 82 años en Manhattan.
Además, Washington anunció que extenderá a Reino Unido e Irlanda, a partir de la medianoche del lunes, la prohibición de viajar a Estados Unidos, que ya está en vigor para los extranjeros que estuvieron hace poco en otros países de la Unión Europea, dijo este sábado el vicepresidente Mike Pence. "Suspendemos todos los viajes desde Reino Unido e Irlanda. Esa medida entrará en vigor el lunes a medianoche". El vicepresidente aclaró que sus compatriotas y los residentes permanentes en Estados Unidos sí tendrán permiso para ingresar en el país.