Johnson se convirtió el 27 de marzo en el primer líder político a nivel mundial en anunciar que había dado positivo. Se aisló en un piso en Downing Street y dijo el viernes que permanecería recluido porque todavía tenía la temperatura alta.
El Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) no imprimirá dinero de manera irreversible para financiar un aumento del gasto gubernamental, mientras intenta proteger a la economía británica de la crisis causada por el coronavirus, dijo el domingo su gobernador Andrew Bailey.
El BoE aumentó el mes pasado su programa de compra de bonos en un récord de 200.000 millones de libras esterlinas (245,200 millones de dólares), un paso similar al dado por la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) en sus intentos por limitar el impacto de una profunda recesión.
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Reconociendo que el mundo enfrenta un "momento de gran incertidumbre", Bailey dijo que se opondrá a cualquier llamado para que el Banco de Inglaterra imprima dinero simplemente para ayudar al gobierno.
"Usar el financiamiento monetario dañaría la credibilidad en cuanto al control de la inflación, al erosionar la independencia operativa", dijo Bailey en un artículo de opinión publicado por Financial Times.
"En última instancia, también daría como resultado un balance insostenible para el banco central y sería incompatible con la búsqueda de un objetivo de inflación por parte de un banco central independiente", añadió.
Cuando el Banco de Inglaterra anunció la expansión de su plan de compra de bonos a 645,000 millones de libras el 19 de marzo, la mayoría deuda del gobierno, Bailey enfatizó que no estaba ignorando las preocupaciones de los banqueros centrales sobre el financiamiento monetario "porque la historia nos dice a dónde conduce eso".