La cámara baja del Congreso de Brasil aprobó una enmienda constitucional para elaborar un "presupuesto de guerra" que separe el gasto relacionado con el coronavirus de las cuentas principales del Gobierno para proteger la economía de la crisis, mientras el país superó los 10,000 casos confirmados.
Brasil avanza en aprobación de "presupuesto de guerra" para enfrentar crisis
El "presupuesto de guerra", que según cálculos del presidente de la Cámara baja, Rodrigo Maia, podría liberar hasta 600,000 millones de reales en gasto extraordinario, necesita aún la aprobación de al menos tres quintas partes del Senado en dos rondas que se espera se celebren la próxima semana.
La Cámara baja aprobó en la noche del viernes el texto principal de la legislación con 423 votos a favor y uno en contra en una segunda ronda de votación. En la primera hubo 505 votos a favor y dos en contra.
La enmienda crea un régimen extraordinario para impedir que los gastos relacionados con el "estado de emergencia" impuesto por la pandemia, que es válido hasta el 31 de diciembre, se mezclen con el presupuesto federal durante el mismo periodo.
Además de aliviar las restricciones fiscales y presupuestarias para acelerar las medidas contra el brote, la enmienda garantiza también poderes al banco central brasileño para comprar bonos de emergencia para estabilizar los mercados financieros.
La cifra de muertes por coronavirus en Brasil se elevó de 359 a 431, mientras que los casos confirmados subieron de 9,056 a 10,278, según cifras del Ministerio de Salud publicadas en la tarde del sábado.
Brasil es uno de los muchos países que están teniendo problemas para obtener suministros médicos de China. El presidente Jair Bolsonaro pidió apoyo al primer ministro de India, Narendra Modi, en su búsqueda de insumos farmacéuticos para la producción de hidroxicloroquina.
"Tuve una productiva conversación telefónica con el presidente Jair Bolsonaro sobre cómo pueden unir fuerzas India y Brasil contra la pandemia del COVID-19", tuiteó Modi.
Las tasas de aprobación de Bolsonaro han caído a su nivel más bajo desde que asumió el cargo el año pasado, en medio de duras críticas por su manejo de la crisis de salud pública.
Pese a minimizar el COVID-19 como una "pequeña gripe" en múltiples ocasiones, Bolsonaro convocó a sus partidarios para celebrar un día nacional de ayuno y oración el domingo para "librar a Brasil del mal" de la epidemia.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, dijo el sábado que el coronavirus obligó al gobierno a cambiar su foco desde las reformas estructurales a las medidas de emergencia, pero que la recuperación aún depende de las rebajas de impuestos.
"La forma de salir de esta crisis más adelante será a través de las rebajas de impuestos, sobre todo los más disfuncionales (...). Crear empleo debe ser fácil, barato y estimulante", dijo en un contacto con representantes de la industria minorista.
Guedes reconoció que algunas de las medidas adoptadas para "oxigenar la economía", como la rebaja de los requisitos de reserva de los bancos, no están teniendo aún el efecto deseado. "Los bancos son conservadores y el crédito no está llegando a los que lo necesitan", señaló.
Con información de Reuters