Estas alternativas también se pueden volver muy atractivas frente a un modelo económico que ha sido injusto con las poblaciones más vulnerables.
"Los populismos muestran que hay algo mal en el sistema. Es decir, está mal que la gente vote a partidos populistas, pero éste es sólo un indicador de que hay algo que falla, porque si no la gente no saldría. El populismo tiene algo de verdad, la gente está harta y por eso vota a estos espacios"
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“Ambos son riesgos. Por un lado, el modelo actual tiene sus fallas, como también que se volviese a esos populismo de extrema izquierda y de extrema derecha por que eso también afectaría mucho a la población”.
Un reequilibrio de fuerzas
A nivel global, la pandemia provocará una crisis económica tan grave que solo podrá ser comparada con la gran depresión de 1929. Esto también traerá una serie de cambios geopolíticos que pueden cambiar el equilibrio de las fuerzas globales.
"Estamos asistiendo en el fondo a un problema entre la disputa de un sistema, que es el sistema neoliberal en Occidente desde el final de la Guerra Fría, y la alternativa a este, que está surgiendo con el coronavirus, que es el que se está generando por otras fuerzas políticas como una alternativa", explicó Gálvez.
Autores como Juan Manuel de Prada, citados por el investigador de la UP, comentan que este es el final de la era globalista, con una fe en el crecimiento económico infinito y las sociedades abiertos, conceptos que están siendo cuestionados.
Otros autores, como Miguel Ayuso Torres, sostienen que se trata de un enfrentamiento entre el mundo multipolar, representado por China, Rusia e India, y el bloque unipolar neoliberal, con EU a la cabeza.