Alemania y Francia levantaron la voz para poner fin a la oposición de los Países Bajos, que buscaba fijar condiciones económicas para los créditos de emergencia, y después dar garantías a Italia de que el bloque mostraría solidaridad.
Pero el acuerdo no menciona la emisión conjunta de deuda para financiar la recuperación, algo por lo que Italia, Francia y España han abogado, pero que no es aceptable para Alemania, los Países Bajos, Finlandia y Austria.
A los 27 líderes nacionales del bloque solo se les pregunta si deben usarse "instrumentos financieros innovadores".
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo que Europa ha acordado el plan económico más importante de su historia.
"Europa ha tomado una decisión y está lista para enfrentar la gravedad de la crisis", tuiteó Le Maire, tras el encuentro, que acabó "con los aplausos de los ministros", según Mario Centeno, ministro de Finanzas portugués que preside el Eurogrupo.
El jueves por la mañana, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, advirtió que la existencia misma de la UE se vería amenazada si no podía unirse. Y es que la pandemia provocará "la peor caída económica desde la Gran Depresión" de 1929, alertó más temprano la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Durante semanas, los estados miembros de la UE han trabajado por presentar un frente unido frente a la pandemia, discutiendo por dinero, equipo médico y medicinas, restricciones fronterizas y restricciones comerciales, en conversaciones que pusieron al descubierto amargas divisiones.
La canciller alemana, Angela Merkel, había hablado el jueves por teléfono con Conte y el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, allanando el camino para un acuerdo, que ahora será abordado por los jefes de gobierno en una videoconferencia conjunta en los próximos días.
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