Todos los países se enfrentan al mismo dilema: detener la expansión de la pandemia del coronavirus o detener la actividad económica. Entre proteger vidas humanas o proteger las cifras del PIB, la mayoría han optado por la primera opción, pero el golpe para el crecimiento económico en el mundo ya es palpable: países como Alemania y Francia sufren sus mayores caídas desde la II Guerra Mundial , y los pronósticos de la recesión global solo son comparables con la Gran Depresión de 1929.
Ante este panorama, México es uno de los países en mayor riesgo económico. Los pronósticos de varios bancos y organismos internacionales anuncian una contracción de casi 7%, e incluso la Secretaría de Hacienda, que suele tener una de las perspectivas más optimistas, prevé que el PIB retrocederá hasta 3.9%. Aunque la respuesta económica del gobierno mexicano ha sido calificada como tibia, hay algunas señales que muestran que el país tomó decisiones correctas para contener el avance de la pandemia, afirma Brian McNary, vicepresidente de la firma de consultoría Pinkerton.