Los resultados preliminares del estudio, que aún no han sido revisados por colegas para su publicación en una revista científica, sirven como recordatorio de los peligros de la infección causada por portadores no identificados del virus, algunos de los cuales no muestran síntomas, destacaron.
Los investigadores se centraron en los enfermos registrados en Gangelt, una localidad de unos 11,000 habitantes situada en el distrito de Heinsberg, uno de los principales focos alemanes, tras la participación en un carnaval de una pareja contaminada.
Alrededor de 1.8 millones de personas que viven en Alemania se habrían infectado, lo que supone al menos multiplicar por 10 los 160,000 casos confirmados hasta ahora, concluyó el equipo dirigido por los investigadores Hendrik Streeck y Gunther Hartmann.
El estudio, basado en entrevistas y análisis de 919 personas, procedentes de 405 hogares, permite determinar con precisión el índice de letalidad de la infección.
Ciudad de México
El paseador de perros mexicanos Armando García, 39 años, posa en la colonia Condesa. García cree que su trabajo ayuda a aliviar el estrés de los perros cuyos dueños pemanecen en cuarentena por el nuevo coronavirus.
FOTO: AFP/Pedro Pardo
Líbano
La farmacéutica libanesa Tatiana Rcaiby, de 36 años, posa en su farmacia en la ciudad costera de Biblos, Líbano. Rcaiby es muy feliz de servir a la comunidad independientemente de la situación. Ella dice que los farmacéuticos siempre han sido considerados como una parte esencial del sistema de salud y que hacen su trabajo con gran placer.
FOTO: AFP/Joseph Eid
Argentina
Susana Tuara, una vendedora de víveres argentina de 40 años, posa para en su tienda de frutas y verduras en Buenos Aires. Tuara dice que escucha las necesidades de la gente y le piden que no cierre, y que es su trabajo y le gusta. Trabajar no es un sacrificio para ella.
FOTO: AFP/Juan Mabromata
Japón
El japones Kunio Hayakawa, de 72 años, es un pescadero que posa en su tienda en Tokio. Kunio Hayakawa decidió mantener su tienda abierta porque buscaba hacer "todo por la gente de Sinagawa". Dijo que no hay cambios debido al virus, que cuenta con el mismo número de consumidores y que permanecerán abiertos hasta el final de la crisis o hasta que el gobierno diga.
FOTO: AFP/Charly Triballeau
Rusia
La veterinaria cirujana rusa Olga Sokolova, pose en una foto junto a un perro paciente de ZooAcademy, una clínica veterinaria en Moscú. Olga Sokolova dijo que los veterinarios no pueden parar o suspender sus actividades desde que los perros son como hijos, ellos también se pueden sentir mal.
FOTO: AFP/Yuri Kadobnov
Francia
La agente de servicios mortuarios francesa Desiria Wagner, de 31 alis posa en una forografía junto a las unidades de refrigeración de la morgue del Hospital Emile Muller en Mulsouse, Francia. El trabajo ha cambiado para Wagner durante la pandemia, como Work has changed during the COVID-19 pandemic for Wagner, ya que los cuerpos no están preparados para el entierro y no hay reuniones familiares. Las medidas sanitarias incluyen máscaras, blusas y guantes.
FOTO: AFP/Sebastien Bozon
Tijuana
La psicóloga mexicana Gabriela Sánchez, de 50 años, posa para un retrato en el refugio Espacio Migrante en Tijuana, México. Sánchez trabaja con la comunidad migrante en Tijuana, dando en promedio unas 200 sesiones psicológicas al mes. Más que considerar su trabajo un sacrificio o un deber, ella cree que es un porposito moral. Ella también cree que el riesgo emocional para el grupo de personas que trata es más alto que el riesgo físico.
FOTO: AFP/Guillermo Arias.
Serbia
El conductor de autobús serbio Marjan Andjelkovic, de 45 años, posa para una fotografía en Belgrado. Andjelkovic no considera que se esté sacrificando haciendo su trabajo, pero lo ve como su rutina normal de trabajo y una obligación de mostrar un buen ejemploi a otros por hacerlo. Él usa el equipo de protección personal necesario mientras trabaja para mostrar responsabilidad a la sociedad, a su familia y a él mismo.
FOTO: AFP/Andrej Isakovic
España
La española Caroline Belles, de 50 años, encabeza Puzzle Mania, en Barcelona, España. Belles trabaja con otras dos personas, así que ellos usan guantes, cubrebocas y permancen a una distancia una de la otra mientras trabajan a puerta cerrada. Ella no considera que esté tomando algún riesgo porque ella vive sola, se mueve en bicicleta y sigue las instrucciones de seguridad con sus colegas. Para ella, tampoco es un sacrificio ni un deber, pero es un placer ser capaz de ofrecer a quien quiera comprar rompecabezas un pasatiempo y especialmente en un momento de relajación mental. Ella dice que es alfo que siente cada vez auque recibe un mensaje de apoyo o gratitud por el trabajo que hacen.
JOSEP LAGO/AFP
Afganistán
La panadera afgana Zainab Sharifi, de 45 años, posa para una fotografía sosteniendo rebanadas de pan afuera de su panadería en Kabul. Sharifi, madre de siete, dijo "el hambre va a matar a mi familia antes que el coronavirus si no trabajo", por lo que ella continua con su trabajo en la panadería para a paoyar a su familia y para continuar proveyendo a sus consumidores.
FOTO: AFP/Wakil Kosshar
Reino Unido
La bombera británica del Servicio de Fuego y Rescate de Hampshire Penny Ewbank de 39 años posa fuera de la estación en Hartler Wintney, Reino Unido. Ewbank dijo que ella esá entrenada para un trabajo en particular y que si puede usar todas esas habilidades para ayudar a otros, no dudará, Cree que su trabajo es ala vez un sacrificio y un deber. Ama su trabajo y está muy orgullosa de hacerlo, pero ella piern que definitivamente hay un elemento de sacrificio y de poner a los otros primeros.
FOTO: AFP/ Adrian Dennis
Portugal
El francés Matthieu Raud, un panadero de 38 años, posa con una bandeja de pan en la panadería artesanal ISCO en Lisboa. Para Matthieu no es un riesgo hacer lo que hace y él se siente afortunado por ser capaz de hacerlo porque es uno de los negocios que siguen abiertos y con ventas. Hornear pan todos los días es un deber para Matthieu por que es importante para el sustento de las familias.
FOTO: AFP/Patricia de Melo Moreira
Palestina
La palestina Iman Abu Areesh, de 32 años, la coordinadora del comité de Emergencia y Ayuda de la oficina del gobernador de Hebron, posa para la fotografía al lado de costales de ayuda humanitaria en Cisjordania. Iman Abu Areesh dijo que amaba su trabajo porque le permite comunicarse con la gente necesitada durante la pandemia del nuevo coronavirus.
HAZEM BADER/AFP
Valencia
La policía montada española Helena Gonzalvo Sánchez, de 40 años, posa para una foto durante un patrullaje en Valencia, España. Helena Helena Gonzalvo Sanchez cree que es su responsabilidad y su deber trabajar y se siente orgullorso de ser capaz de contribuir en esta situación a través de su trabajo, Sus medidas de seguridad incluyen un cubrebocas y guantes.
JOSE JORDAN/AFP
Italia
Fatou Traore, una trabajadora del hospital Cremona, originaria de Costa de Marfil, posa en un área de terapia intensiva.
FOTO: AFP/Miguel Medina
Francia
Thierry Pauly, de 54 años, un recolector de basura posa junto con su camión de basura en Mullhouse, Francia. El turno de Pauly termina antes para evitar la agrupación de personas en el depósito. Sus medidas de seguridad contra COVID-19 incluyen máscaras y gel junto con el equipo estándar.
FOTO: AFP/Sebastien Bozon
Indonesia
La indonesia Ika Sri Purnamaningsih, de 41 años, obstetra-ginecóloga, posa para una foto en Yakarta el 22 de abril de 2020 durante la pandemia del coronavirus COVID-19. Ika Sri Purnamaningsih cree que, aunque es un riesgo, es su obligación y responsabilidad seguir cuidando a los pacientes, pero teme que pueda infectarse con COVID-19 y llevar el virus a casa. Ella dice que ella y sus colegas siguen estrictamente el protocolo, la higiene y el PPE, limitan su tiempo de trabajo y solo manejan casos de emergencia, "Además, oren a Dios Todopoderoso".
FOTO: AFP/Adek Berry
Reino Unido
Dave Stanton, de 57 años, un carnicero posa para una foto afuera de su tienda en Hartley Wintney, Inglaterra, el 25 de abril de 2020 durante la pandemia de coronavirus COVID-19. Stanton dice que se arriesga a trabajar para servir a la comunidad, "¡Es un deber servir a Joe Public!"
FOTO: AFP/Adrian Dennis
Portugal
La poprtuguesa Emilia Lomba, de 64 años, pescadera, posea en un mercado de Benfica en Lisboa. Para Emilia es un riesgo ir a trabajar porque conoce a muchas personas todos los días, pero necesita hacerlo para mantener su vida y sus facturas pagadas. Es un sacrificio ir a trabajar porque se siente más segura en casa con su familia pero, por otro lado, cree que tiene suerte de poder estar afuera comunicándose con sus clientes y proporcionándoles pescado fresco.
FOTO: AFP/Patricia de Melo Moreira
Ronda, España
El español Ramón Montesinos Romano, pastor, posa con su rebaño de ovejas en Ronda, el 23 de abril de 2020 durante la pandemia de coronavirus COVID-19. Su única medida de protección contra COVID-19, bromea, es su bastón para caminar en el campo. No está en contacto con otras personas, por lo que no usa una máscara facial. Realiza un estricto control sanitario sobre las ovejas, que se puede ver con una marca azul después de hacerse un análisis de sangre. Considera su deber de alimentar y cuidar a los animales, ya que es necesario mantener la cadena alimentaria.
JORGE GUERRERO/AFP
En Gangelt, cerca del 15% de la población resultó contaminada y el índice de fallecimientos entre estos enfermos fue del 0.37%.
"Si extrapolamos esta cifra a los cerca de 6,700 muertos asociados al COVID-19 en Alemania, el número total de personas infectadas sería estimado en torno a 1.8 millones", según el estudio, es decir una cifra "diez veces superior al número total de casos oficialmente señalados".
"Los resultados pueden ayudar a mejorar aún más los modelos para calcular cómo se propaga el virus", dijo Hartmann en un comunicado.