La enfermedad fue reportada por primera vez por las autoridades chinas a la OMS el 31 de diciembre y no se creía que se hubiera extendido a Europa sino hasta enero.
"Presenta una imagen completamente nueva de todo", afirmó el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, en una sesión informativa de la ONU en Ginebra, refiriéndose a los informes franceses.
"Sería de gran importancia que todos los países con casos sin especificar de neumonía en diciembre, o incluso en noviembre, realicen test, y algunos ya lo están haciendo", destacó el vocero.
El portavoz subrayó que no sería raro que el coronavirus estuviera ya fuera de China en fechas tan tempranas, "ya que los primeros casos de la enfermedad se remontan a principios de diciembre y entra dentro de lo posible que algunos de los infectados viajaran desde Wuhan (ciudad donde se originó) a otros países".
Estos casos "nos aportan una visión más clara" de la pandemia, subrayó Lindmeier, quien consideró esencial que continúen este tipo de estudios "para entender mejor el potencial de contagio del COVID-19".
Lindmeier añadió que es una práctica habitual entre muchos médicos el guardar muestras de pacientes con neumonías sospechosas, precisamente para poder realizar test posteriormente ante posibles brotes de nuevas enfermedades.
Cuando se le preguntó sobre los orígenes del virus en China, Lindmeier enfatizó que es "muy, muy importante" explorar el asunto.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, alega que su país tiene "evidencia" de que el coronavirus SARS-CoV-2 surgió de un laboratorio en Wuhan, China, aunque científicos informaron a la OMS que es de origen animal.
Con información de Reuters y EFE