Vladimir Putin anuncia la reapertura de Rusia, pese al crecimiento de casos

El presidente ruso ordena el fin del desempleo pagado después de seis semanas, aunque el país ya superó el número de casos de Italia.
Putin asegura que Rusia está prepararada para atender a los pacientes de COVID-19

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció este lunes una reducción gradual de las medidas de confinamiento impuestas por el coronavirus, pese a un nuevo aumento de casos que llevaron a su país a superar a Italia, quedando en el cuarto lugar entre las naciones con más afectados.

Putin, en un discurso televisado en todo el país, dijo que a partir del martes comenzaría a levantar las restricciones que obligaron al cierre temporal de negocios y a muchas personas a trabajar desde sus hogares.

Putin ordenó este lunes el fin de seis semanas de desempleo pagado en Rusia.

Con más de 220,000 contagios confirmados, de ellos 11,656 anunciados el lunes, Rusia es el cuarto país con más enfermos después de Estados Unidos, España y Reino Unido.

La tasa de letalidad en Rusia es, no obstante, muy baja en comparación con estos países, con 2,009 muertos según datos oficiales, aunque muchos temen que este infravalorada.

Putin presentó nuevas medidas de apoyo para empresas y familias con niños que han visto devastados sus medios de vida. Dijo que el desempleo se había duplicado a 1.4 millones en un mes y que quería tratar de evitar que se desatara.

Putin enfatizó que el levantamiento de las restricciones sería gradual y que las regiones tendrían que adaptar su enfoque a las diferentes condiciones locales. Moscú ha dicho que mantendrá sus propias medidas de cierre hasta el 31 de mayo.

Los eventos públicos masivos seguirán prohibidos, indicó el líder ruso, y le pidió a las personas de 65 años o mayores que se queden en casa, aun cuando ciertos sectores de la economía, como la construcción y la agricultura, pudieran reactivarse.

"Todas las medidas que hemos tomado nos permiten avanzar al siguiente paso en la lucha contra la epidemia y comenzar un levantamiento gradual de las restricciones", declaró Putin. "No debemos permitir (...) una nueva ola de la epidemia (...), no habrá un levantamiento rápido de las restricciones".

El principal opositor del Kremlin, Alexei Navalny, reaccionó en Twitter ironizando con la "sabiduría" del presidente que "anula las medidas nacionales (...) el día en que se registra un récord de nuevos contagios".

El anuncio de Putin no significa el fin del confinamiento de todos en Rusia debido a la diferencia que hay entre regiones.

Moscú, principal foco epidémico con más de 115,000 casos entre sus 12 millones de habitantes, seguirá confinada al menos hasta el 31 de mayo. Solo la industria y la construcción podrán volver al trabajo a partir del martes.

La viceprimera ministra, Tatiana Gólikova, cifró en once las regiones rusas que ya estarían dispuestas a levantar las restricciones en su primera y segunda fase -paseos con niños, deporte al aire libre y reapertura de negocios- ya que cumplen las tres condiciones impuestas por las autoridades: coeficiente de propagación, número de camas libres y 100,000 diarios.

Relanzar la economía

Vladimir Putin destacó la necesidad de relanzar la maquinaria económica que ha sufrido por el confinamiento pero también por el hundimiento de los precios del petróleo y ordenó la reapertura de las empresas en los sectores básicos, como la construcción, la industria, la agricultura, las telecomunicaciones, la energía y la extracción de materias primas.

Putin también anunció una serie de nuevas ayudas financieras a las familias y a las empresas, en particular para estas últimas mediante períodos de gracia fiscal con la esperanza de frenar el temido aumento del desempleo.

Por último, el presidente estimó que Rusia había logrado evitar lo peor de la pandemia, gracias a las medidas adoptadas desde el inicio de la crisis, al confinamiento y al periodo de desempleo forzado.

"La experiencia en otras partes del mundo ha demostrado que la sobrecarga de los sistemas sanitarios ha sido la causa principal de la elevada mortalidad", afirmó.

"Pero nosotros, lo repito, estamos listos ahora", agregó el presidente ruso, asegurando que el número de camas en hospitales adaptadas para pacientes de COVID-19 ha pasado de 29,000 a 130,000 desde marzo.

También insistió en que la política de tests masivos realizada en Rusia, que permite, según él, detectar los casos asintomáticos y más leves de la enfermedad de COVID-19, permite ocuparse rápidamente de los pacientes y aislarlos.

Esta táctica, con 5.6 millones de tests realizados hasta ahora, explica según las autoridades rusas la baja letalidad del coronavirus en Rusia. Putin prometió aumentar próximamente el número de tests realizados diariamente a 300,000 frente a los 170.000 actuales.

Sin esperar el discurso de Putin, las autoridades de Moscú y de su región anunciaron la semana pasada la prolongación del confinamiento e hicieron obligatorio el uso de mascarilla en los trasportes públicos y comercios.

San Petersburgo, la segunda ciudad del país, también siguió este ejemplo.

Otras regiones anunciaron la flexibilización del confinamiento a partir del martes, y autorizarán los paseos con menores y la reapertura de los salones de belleza.

En el vecindario ruso, Ucrania, Georgia y Kazajastán también iniciaron el lunes la supresión progresiva del confinamiento.