Los contagios de coronavirus se disparan a cerca de 50,000 en Chile

El país registra un récord de 3.520 nuevos casos de COVID-19, lo que supone un incremento del 54.5% en comparación con la jornada anterior.
Manifestaciones por falta de alimentos y en demanda de mayor ayuda del Estado sacudieron en la víspera sectores pobres de Santiago.

Chile enfrenta un momento "complejo" mientras los contagios por coronavirus rozan los 50,000 casos y el gobierno busca desplegar esfuerzos para atender a la población económicamente más vulnerable, dijo el martes el ministro del Salud, Jaime Mañalich.

El país sudamericano registró este martes el récord de 3,520 nuevos casos de COVID-19, lo que supone un incremento del 54.5% con respecto a la jornada anterior y sitúa la cifra total de infectados en 49,579, al tiempo que superó su marca de fallecidos diarios con 31 nuevos decesos que elevan el total a 509.

"Los números hoy en día son muy preocupantes. Habiendo estado en un media de 2,500 contagios por día hemos saltado ayer a 3,520 contagios nuevos, de los cuales 421 son asintomáticos, que esperamos no representen una enfermedad los días que vienen y recarguen la red asistencial", indicó el ministro.

Manifestaciones por falta de alimentos y en demanda de mayor ayuda del Estado sacudieron en la víspera sectores pobres de la capital, que está bajo cuarentena total debido al galopante avance del virus.

"Estamos en un momento muy complejo, muy difícil, con mucha preocupación ciudadana (...) estamos levantando todos los recursos imaginables para atender a quienes lo necesitan", dijo Mañalich, en un mensaje para dar el último balance en un tono que reflejó angustia e incertidumbre.

Hasta ahora el récord de muertes diarias estaba en 29 y el de nuevos contagios en 2,660, que se registró la semana pasada y obligó al gobierno a decretar una estricta y megacuarentena en la región metropolitana de Santiago, el principal foco de la pandemia.

La medida, en vigor en principio una semana desde el pasado viernes y que posiblemente será prolongada en los próximos días, afecta a más de 7 millones de personas y había sido descartada hasta ahora por el gobierno.

Chile, que detectó el primer caso de COVID-19 el 3 de marzo, optó desde el inicio por cuarentenas "selectivas y estratégicas", con restricciones que se imponen y se levantan en cada comuna (barrio) o ciudad en función de los nuevos contagios.

El peor balance para Chile hasta ahora se dio a conocer luego de que se produjeran protestas, cacerolazos e incidentes en varios barrios pobres de Santiago el lunes, el primer día hábil de una cuarentena total que rige desde el viernes en la capital chilena, principal foco de la pandemia en el país.

Las restricciones por la pandemia han impactado sectores clave de la economía como el comercio, aumentando el desempleo y dejando a muchas familias sin su fuente de ingresos.

"Tenemos hambre", "necesitamos trabajar, necesitamos que llegue algo de ayuda", se escuchaba entre vecinos de los barrios más vulnerables de Santiago, parte de los 11.7% de pobres que tiene este país de casi 18 millones de habitantes.

La primera manifestación violenta empezó el lunes en la mañana en la comuna El Bosque, en el sur de Santiago, donde con palos y piedras un grupo de menos de 50 personas enfrentó a la policía antimotines. Por la tarde se sumaron más a la protesta, y las escenas de ira se replicaron en otros tres sectores, constató la AFP.

Durante la noche, en esa misma zona de Santiago unas 100 personas saquearon una distribuidora de gas. En el centro de la ciudad manifestantes quemaron un autobús y en otros sectores de clase media y trabajadora, que en el último mes han perdido empleos, se escucharon cacelorazos.

"Nosotros llevamos muchas semanas en cuarentena, desde antes que la decretara el presidente porque sabemos que no tenemos camas en nuestros hospitales del sur de Santiago", explicó este martes a radio Cooperativa Claudia Pizarro, alcaldesa de La Pintana, un sector popular del Gran Santiago.

"El hambre se está viendo desde hace varias semanas. Cada día la gente está organizando más ollas comunes (...) y la gente viene, no como antes que era un comedor, ahora vienen a buscar comida para llevarla a la casa", detalló Pizarro.

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La alcaldesa reprochó al gobierno del presidente conservador, Sebastián Piñera, haber hecho "anuncios espectaculares", pero "todas las cosas están llegando a destiempo", dijo.

El gobierno de Piñera prometió el domingo que repartirá 2.5 millones de canastas de alimentos y otros elementos esenciales a hogares vulnerables y de clase media en los próximos días.

En abril, Piñera anunció la entrega de un bono familiar de un monto equivalente a 317 dólares para unos 4.5 millones de los chilenos más vulnerables, que aún no se entregó. También desde el mes pasado se distribuye otro bono de 60 dólares para el 60% de las familias más pobres.

"Son momentos de soledad, de angustia y en ese contexto, hagamos todo lo posible por entender que somos una sola comunidad, al coronavirus lo vencemos entre todos", afirmó el ministro.