Las protestas contra el racismo en EU tocan la puerta de la Casa Blanca

Durante las últimas, miles de personas en 40 ciudades estadounidenses se han manifestado, a veces con violencia, tras el asesinato de un hombre negro, a manos de la policía de Minneapolis.

Las protestas para exigir justicia por el asesinato de George Floyd, un hombre negro de 46 años, a manos de la policía de Minneapolis, tocaron las puertas del presidente Donald Trump. A pesar de que en Washington DC se decretó un toque de queda a partir de las 11:00 pm, miles de manifestantes se congregaron alrededor de la Casa Blanca la noche del domingo exigiendo el fin de la brutalidad policíaca y del racismo.

En desafío a la orden de permanecer en sus casas, los inconformes encendieron hogueras en las zonas adyacentes a la Casa Blanca, incendiaron algunos comercios y atacaron con piedras y otros objetos las fachadas de varios establecimientos. La manifestación frente la residencia presidencial fue dispersada con gases lacrimógenos.

Los manifestantes volvieron este domingo por tercer día consecutivo a la Casa Blanca y luego al Congreso, para reclamar justicia por el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd, que ha desencadenado movilizaciones en 40 ciudades del país.

Durante los disturbios ocurridos el sábado por la noche en las inmediaciones de la Casa Blanca, unos setenta agentes del Servicio Secreto y de la Policía Metropolitana resultaron heridos. De momento, se desconocen las cifras de lesionados o detenidos durante esta jornada.

El presidente Donald Trump dijo ese día que había visto todo el asunto y, si los manifestantes hubieran violado la valla, "habrían sido recibidos con los perros más viciosos y las armas más siniestras que he visto".

De acuerdo con The New York Times y CNN el presidente fue llevado por el Servicio Secreto a un búnker subterráneo durante de las manifestaciones del viernes. Trump estuvo en el búnker cerca de una hora antes de regresar al sector de la Casa Blanca.

El domingo, Trump aseguró que las protestas son orquestadas por grupos de extrema izquierda, en particular al movimiento "Antifa" (antifascista), al cual incluirá en la lista de organizaciones terroristas, según anunció.

Trump no ha hecho un solo comentario público para referirse a la crisis política pero emitió una serie de tuits en que describió a los manifestantes como "matones" e instó a alcaldes y gobernadores a "ser firmes". El mandatario ha amenazado con desplegar a las fuerzas armadas.

Críticos acusan a Trump, que busca ser reelecto en las elecciones del 3 de noviembre, de atizar el conflicto y las tensiones raciales en lugar de intentar unificar al país abordando los temas sociales de fondo.

"Sin justicia no hay paz"

Desde temprano, las barricadas de metal que guardan la distancia entre los transeúntes y la Casa Blanca estaban casi a la mitad de Lafayette Square, pero eso no disuadió a los manifestantes.

Los reclamos se leían, se gritaban e incluso se portaban como pintadas en las máscaras usadas por los presentes para evitar el contagio del COVID-19.

"Sin justicia no hay paz", era uno de los gritos más insistentes que se mezclaba con el "no puedo respirar", en alusión al pedido de Floyd, quien falleció el lunes pasado por la noche después de ser detenido de forma violenta bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado.

En videos grabados por viandantes aparece un agente apretando con la rodilla su cuello durante varios minutos. "Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor", se escucha a Floyd.

Las pancarta también eran elocuentes: "¿Seré el siguiente?", preguntaba una joven vestida de negro y con una máscara azul, acompañada por dos chicas más en cuyos carteles se leía "Mi color de piel no es una amenaza".

En todo Estados Unidos

Los reclamos no se han quedado solo el Minneapolis, epicentro de las manifestaciones, o en la Casa Blanca. Al menos en 40 ciudades de Estados Unidos se han hecho protestas.

Para evitar nuevos disturbios, miles de soldados de la Guardia Nacional fueron desplegados en 15 estados y en Washington, y se dispuso el toque de queda en varias ciudades además de la capital, entre ellas Houston y Los Ángeles.

En Saint Paul, ciudad contigua a Minneapolis, miles de personas se manifestaron en la tarde del domingo contra el racismo y en reclamo de que todos los policías implicados en la muerte de Floyd rindan cuentas ante la justicia.

Por el momento, solo uno de ellos, Derek Chauvin, fue detenido e inculpado de homicidio involuntario. Él es el agente que aparece en el video del arresto de Floyd, que se viralizó en las redes sociales. Sus tres compañeros fueron despedidos de la policía.

"Tenemos hijos negros, hermanos negros, amigos negros, no queremos que mueran. Estamos cansados de que esto se repita, esta generación no se dejará arrasar. Estamos hartos de la opresión", dijo a la AFP en Saint-Paul la manifestante Muna Abdi, una mujer negra de 31 años.

Al menos dos personas murieron en las manifestaciones Iowa y una más en Kentucky, donde las personas también reclaman justicia por la muerte en marzo de Breonna Taylor, una mujer negra de 26 años de edad a quien agentes de la Policía de Louisville tirotearon en marzo en su apartamento cuando llevaban a cabo un allanamiento sin aviso previo en una investigación por droga

Otras manifestaciones tuvieron lugar en Washington, Miami y Nueva York. "Black Lives Matter" ("La vida de los negros vale"), "No puedo respirar" (las últimas palabras pronunciadas por George Floyd) son las consignas más coreadas en las protestas.

El despliegue de las fuerzas de seguridad no impidió que se produjeran saqueos en varias tiendas de un centro comercial de lujo en Santa Mónica, en el condado de Los Ángeles.

"Por favor, vuelvan a casa temprano, quédense en casa (...) Debemos volver a lo urgente, que es la construcción de la justicia, no quemar una ciudad", dijo el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, en el canal de noticias CNN.

Pese a la presencia policial, la violencia se apoderó en la noche del sábado de ciudades como Nueva York, Filadelfia, Dallas, Las Vegas, Seattle, Des Moines, Memphis, Los Ángeles, Atlanta, Miami, Portland, Chicago y la capital.

Hubo cortes de carreteras e incendios de vehículos y comercios, mientras agentes policiales, desplegados en gran número, respondieron con gases lacrimógenos y en algunos casos con balas de goma.

Las protestas contra la brutalidad policial y el racismo en Estados Unidos se extendieron el domingo a Londres y Montreal, y a Nueva Zelanda el lunes.

Con información de AFP, EFE y Reuters