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Una resolución de la ONU condena el racismo, pero sin mencionar a Estados Unidos

Los países africanos fracasan en su intento de iniciar una investigación internacional sobre los abusos policiales contra la población afrodescendiente del país norteamericano.
vie 19 junio 2020 05:36 PM
Investigación
El movimiento de Black Lives Matter fue precursor en este tipo de luchas digitales.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó el viernes por unanimidad y tras un debate histórico una resolución que condena el racismo sistemático y la violencia policial, pero sin citar específicamente a Estados Unidos.

El Consejo, un órgano de Naciones Unidas con sede en Ginebra y del que Estados Unidos se retiró en 2018, adoptó la resolución por consenso.

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Así, el medio medio centenar de países africanos que pidió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que lanzara una investigación internacional sobre los abusos policiales contra los afroamericanos en Estados tuvo que resignarse con una resolución edulcorada sobre el tema.

Gracias a esto el Consejo pudo aprobar por consenso, sin necesidad siquiera de una votación, una resolución que condena la creciente violencia policial contra africanos y afrodescendientes, pero de manera general y sin mencionar en ningún momento a Estados Unidos, como se hacía en la versión original del texto.

El texto fue adoptado en una reunión de urgencia convocada tras la muerte en Estados Unidos de George Floyd y las grandes manifestaciones contra el racismo en todo el mundo.

Floyd, un estadounidense negro de 46 años, murió asfixiado por un policía durante su arresto el 25 de mayo en Minneapolis.

El policía que disparó a afroestadounidense en Atlanta es imputado por asesinato

La iniciativa africana pedía inicialmente la creación de una comisión internacional de investigación para Estados Unidos, una fórmula a la que la ONU solo acude ante violaciones muy graves de los derechos humanos, pero que fue eliminada de la resolución aprobada.

Comisiones de ese tipo se suelen crear en contextos de posibles crímenes de guerra o contra la humanidad, como en el caso de la guerra de Siria.

Pero el texto fue edulcorado progresivamente y no hace referencia a Estados Unidos, algo muy criticado por las organización de la sociedad civil.

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La resolución se limita a pedir a la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, "preparar un informe sobre el racismo sistemático, las violaciones del derecho internacional en materia de derechos humanos y los malos tratos contra los africanos y las personas de origen africano por las fuerzas de seguridad".

El informe debería, en particular, referirse a "los eventos que provocaron la muerte de George Floyd y de otros africanos y personas de origen africano, con el objetivo de contribuir a establecer las responsabilidades y hacer justicia a las víctimas", según la resolución.

El texto también solicita a la Alta Comisionada que examine la respuesta del gobierno a las protestas pacíficas antirracistas, que incluyen el presunto uso de la fuerza contra manifestantes, transeúntes y periodistas.

En el turno de comentarios finales sobre esta resolución, varios países europeos, entre ellos Alemania, Italia o República Checa (en representación de la Unión Europea) aseguraron que señalar a un sólo país en un problema global como el racismo no era lo correcto.

"El racismo existe en todas las sociedades, es un problema contra el que debemos unirnos, no dividirnos, de ahí la necesidad de no apuntar sólo hacia un Estado", afirmó en este sentido la delegación alemana.

También hubo numerosas críticas al escaso tiempo que el Consejo había tenido para debatir la resolución, y en este sentido México lamentó que la última versión hubiera sido mostrada a las delegaciones sólo tres horas y media antes de que tuviese que tomarse una decisión final, algo que consideró un ejemplo de falta de transparencia.

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Burkina Faso, en representación de las naciones africanas que apadrinaron la resolución —y que según fuentes próximas a las negociaciones han sufrido presiones para rebajar el tono del texto— , señaló que el consejo "ha oído el grito de los afrodescendientes, pidiendo igual trato y disfrute de los derechos humanos".

El grupo de países africanos hizo "numerosas concesiones" para "garantizar el consenso" sobre el texto, reconoció el representante de Burkina Faso en nombre de los estados antes de la adopción.

Presiones estadounidenses

Las ONG de defensa de los derechos humanos acusaron a Estados Unidos de presionar para vaciar el texto de gran parte de su contenido.

"Al acosar a otros países para edulcorar la que habría sido una resolución histórica y exonerándole así de cualquier investigación internacional, Estados Unidos da la espalda de nuevo a las víctimas de violencia policial y a las personas negras", dijo la American Civil Liberties Union (ACLU).

Sin mencionar a Estados Unidos, Bachelet denunció el miércoles ante el Consejo "el racismo sistemático" y pidió que se "disculpe" por siglos de opresión de la población negra "con disculpas oficiales" y "reparaciones".

Tras un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas de racismo, la secretaria general adjunta de la ONU, Amina Mohammed, dijo en un mensaje en vídeo que era la "responsabilidad" de Naciones Unidas responder a las víctimas del racismo.

Antes de que empezara la reunión el miércoles, unos 20 altos funcionarios de la ONU de origen o ascendencia africana, entre ellos el responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, firmaron a título personal una declaración considerando que "la simple condena de las expresiones y de los actos de racismo no bastan".

Para obtener reformas, el hermano de Floyd se dirigió el miércoles a la ONU en un mensaje en vídeo. "Tienen el poder de ayudarnos a obtener justicia", dijo Philonise Floyd.

Hay que poner en pie una "comisión de investigación independiente sobre las personas negras que murieron a manos de la policía en Estados Unidos y sobre la violencia desplegada contra los manifestantes pacíficos", indicó.

En Ginebra, el embajador estadounidense ante Naciones Unidas, Andrew Bremberg, subrayó esta semana la "transparencia" de su país en materia de lucha contra la discriminación y la injusticia raciales.

Tras un tímido decreto del presidente Donald Trump, los senadores republicanos presentaron el miércoles un proyecto de ley contra las técnicas de estrangulamiento y para formar a los agentes, sin modificar sin embargo la amplia inmunidad de la que gozan desde hace años.

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