Antes del inicio de los debates, una veintena de altos funcionarios de Naciones Unidas de origen o ascendencia africana, entre ellos el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyesus, firmaron a título personal una declaración en la que señalan que "la simple condena de expresiones y actos de racismo no basta".
"Transparencia"
Andrew Bremberg, embajador estadounidense ante la ONU en Ginebra, subrayó la "transparencia" de la que da muestras su país en materia de lucha contra la discriminación y la injusticia raciales, al mencionar la reforma de Trump.
Hay que "acercar la policía y las comunidades, no distanciarlas", dijo el martes Trump, reiterando su voluntad de restaurar la "ley y el orden" al tiempo que rindió homenaje a las familias de las víctimas que acababa de encontrar en privado.
Solo un "muy pequeño" número de agentes comete faltas, dijo.
Aunque ha lamentado la muerte de George Floyd y de otras víctimas negras, el republicano, candidato a la reelección en noviembre, ha esquivado desde el inicio de las manifestaciones el debate sobre el racismo.
Sin esperar a la administración de Trump o al Congreso, varias ciudades han prohibido las prácticas policiales polémicas desde la muerte de George Floyd que ha suscitado en todo el país la mayor movilización desde el movimiento para los derechos cívicos de los años 1960.
La ira volvió a las calles por la muerte de otro afroamericano, Rayshard Brooks, el viernes por la noche en Atlanta, Georgia, por los disparos de un policía blanco.
Con información de AFP y EFE