En la carta, Uribe, que fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, señala que la detención domiciliaria que le dictó la Corte Suprema hace dos semanas le impide desarrollar a cabalidad su trabajo legislativo.
"La medida de aseguramiento con detención domiciliaria, con la violación de ocho garantías procesales, con interceptaciones ilegales y dolosas (...) anulan cualquier expectativa de poder regresar al Senado, institución en la cual procuré ser cumplido y aportar con estudio a los diferentes temas", manifestó.
Uribe argumentó en su renuncia que fue "detenido por inferencias, sin pruebas directas, sin recibir varias declaraciones" y cuestionó que la Justicia no permitió que sus abogados pudieran "contrainterrogar".
El ex mandatario señaló además que él y uno de sus abogados han sido víctimas de "filtraciones selectivas a adversarios políticos y periodísticos".
No está claro si la renuncia al Senado puede cambiar el curso del proceso contra Uribe y pasar de la Corte Suprema a la Fiscalía.
La Corte Suprema de Justicia ordenó el pasado 4 de agosto la detención domiciliaria de Uribe al considerar que hay riesgos de que obstruya la Justicia en el caso que se le sigue por presunto fraude procesal y soborno de testigos.
El caso comenzó en 2012 cuando Uribe demandó por supuesta manipulación de testigos al hoy senador del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA) Iván Cepeda, que en esa época preparaba una denuncia en el Congreso en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo.