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La tormenta Laura deja al menos cuatro muertos en Luisiana

El fenómeno, que tocó tierra como un huracán categoría 4, ha provocado daños numerosos destrozos en este estado en el sur de Estados Unidos.
jue 27 agosto 2020 11:21 AM
Miles de millones
Casi medio millón de personas se encuentran sin electricidad en Luisiana y Texas.

Al menos cuatro víctimas mortales, daños estructurales a edificaciones e incendios en viviendas y en una planta petroquímica es el saldo temporal que ha dejado el poderoso huracán Laura a su paso este jueves por Luisiana y Texas luego de tocar tierra como categoría 4 esta madrugada.

Según reportes oficiales, las cuatro muertes se deben a la caída de árboles, incluida la de una niña de 14 años que falleció cuando un árbol cayó sobre su vivienda en Leesville, situada a unas 95 millas (160 km) desde la costa de Luisiana.

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En una conferencia de prensa, el gobernador de este estado sureño, John Bel Edwards, dijo que las marejadas ciclónicas que se habían pronosticado en las costas del estado no alcanzaron "proporciones catastróficas", sin embargo durante su trayectoria Laura, ya degradada a tormenta tropical, ha ocasionado numerosos destrozos.

"Tenemos miles y miles de personas cuyas viviendas y negocios han quedado devastados por la tormenta. Y aunque tenemos mucho que hacer para salir adelante, el saldo es mejor de lo esperado", dijo Edwards.

El presidente, Donald Trump, informó de que este fin de semana se desplazará hasta la zona para comprobar en primera persona los numerosos daños, aunque, se congratuló, pudo ser mucho peor.

"Resultó que tuvimos un poco de suerte. Era (un huracán) muy grande, era muy poderoso, pero pasó rápido", dijo el mandatario, que adelantó que visitará Texas, Luisiana y quizás Arkansas.

Laura obligó a evacuar a centenares de miles de personas en Luisiana y Texas, estados del sur de Estados Unidos, ante la perspectiva de "catastróficas" crecidas, fuertes vientos y lluvias.

Los videos publicados en Twitter por el "cazador de tormentas" Reed Timmer dan testimonio de la violencia de los vientos, que rompieron las ventanas de varios edificios en el centro de Lake Charles, un pueblo de Luisiana conocido por sus refinerías de petróleo, principal recurso de la economía de la región.

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De acuerdo a la empresa distribuidora de energía eléctrica Entergy, al amanecer de este jueves se habían reportado más de 440,000 viviendas sin electricidad, desde Beaumont, Port Arthur, ambas en Texas, a varias ciudades en el condado de Orange, en Luisiana.

David Freese, portavoz de Entergy, señaló que tan pronto puedan confirmar que es seguro salir a las calles, movilizarán las cuadrillas de trabajadores para iniciar las labores de restauración del tendido eléctrico.

El NHC advirtió sobre el aumento de las aguas en su camino hacia el norte, rumbo a Arkansas, a donde debe llegar en la noche.

"Marejada ciclónica catastrófica, vientos extremos e inundaciones repentinas están sucediendo en partes de Luisiana", indicó el NHC.

Agregó que sumadas a la marea alta, esas marejadas -que se espera penetren unos 65 km tierra adentro- podrían causar una crecida de las aguas de entre 4.5 m y 6 m por encima del nivel normal.

"Pasarán varios días después del paso de la tormenta para que las aguas retrocedan", señaló.

Asimismo, se producían fuertes lluvias que según los pronósticos podrían llegar a entre 130 y 250 mm, con algunos picos de casi 400 mm en el oeste de Luisiana y el este de Texas.

Los retos que vienen

Más de 1.5 millones de personas estaban bajo órdenes de evacuación en Luisiana y Texas, uno de los estados de Estados Unidos más afectados por la pandemia de COVID-19.

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El gobernador de Texas, Greg Abbott, instó a aquellos que pudieran pagarlo a refugiarse en hoteles y moteles "para aislarse" y evitar contagios.

Angela Jouett, que dirige las operación de evacuación en Lake Charles, Luisiana, dijo que se habían dispuesto nuevos protocolos debido a la pandemia.

"Las personas que entran (a los centros de evacuados) se rocían las manos con desinfectante", tienen "controles de temperatura" y mantienen una distancia física de dos metros.

En el pueblo texano de La Porte, cerca de Houston, donde había orden de evacuación voluntaria, la gente se abastecía de productos de primera necesidad.

"Estoy un poco nervioso, pero también digo: 'Ok, sé que voy a estar a salvo dentro de mi apartamento", dijo a la AFP Matthew Jones, un guardia de seguridad de 28 años, quien se abastecía de alimentos.

Más al este, en Port Arthur, cerca de la frontera con Luisiana, Jannette Zinos reunía a su familia para evacuar. "Realmente necesito irme. Tengo miedo de que la casa se nos caiga encima", afirmó.

Patricia Como, una evacuada de Lake Charles, Luisiana, señaló que sus familiares habían decidido quedarse, pero que ella no quería arriesgarse. "No voy a jugar con Dios", afirmó.

El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, dijo en Twitter que se cerraron partes de la carretera interestatal (I-10), que conecta todo el sur de Estados Unidos e instó a los evacuados a dirigirse al norte para "desviar el cierre y evitar condiciones imposibles para conducir".

En las próximas horas se espera que tanto Edwards como Abbott ofrezcan conferencias de prensa para detallar los daños ocasionados por el paso del huracán Laura y la aparición de posibles víctimas mortales.

El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, dijo en Twitter que se cerraron partes de la carretera interestatal (I-10), que conecta todo el sur de Estados Unidos e instó a los evacuados a dirigirse al norte para "desviar el cierre y evitar condiciones imposibles para conducir".

El siguiente paso será que vuelvan a casa las miles de personas que fueron evacuadas como medida de precaución.

Además de suponer un peligro para la vida de los ciudadanos que viven en esa región, la tormenta puede causar estragos en el corazón de la industria petrolera de Estados Unidos, obligando a las plataformas y refinerías de la zona a detener la producción.

Laura pasó el lunes como tormenta tropical por Cuba, provocando intensas lluvias, fuertes marejadas y algunos daños, tras atravesar la isla La Española, que comparten Haití y República Dominicana, donde dejó una estela de 25 muertos.

Se prevé que esta temporada de tormentas del Atlántico, que se extiende hasta noviembre, sea una de las más duras. El NHC pronostica hasta 25 temporales y Laura es el duodécimo hasta ahora, mientras que Marco, que llegó a tener fuerza de huracán, se disipó el martes frente a la costa de Luisiana antes de tocar tierra.

Con información de AFP, EFE y Reuters

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