Otra razón, explicó, es el hecho de que el virus haya cambiado el patrón de edad de las personas a las que afecta, ahora que los más jóvenes socializan más, mientras se ha conseguido prevenir brotes en instalaciones tales como las residencias de ancianos, donde hubo una alta mortalidad en los primeros meses de pandemia.
Mientras los casos suben rápidamente en Europa parecen descender lentamente en América, aunque el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, subrayó en la misma rueda de prensa que "hay tendencia a la baja, pero los números siguen aún muy altos en Brasil y otros países de la región".
Añadió que el descenso "no significa que las cifras puedan repuntar, como se ha visto en otras regiones, a veces a un ritmo extremadamente rápido".
Los expertos de la OMS fueron preguntados también por un reciente estudio de científicos australianos en el que se muestra que el coronavirus causante de la COVID-19 puede resistir hasta 28 días en billetes y otros objetos.
"Lo que se extrae de ello es que la higiene de manos sigue siendo esencial", comentó Ryan al respecto, recordando que "el agua y el jabón son una de las intervenciones sanitarias más eficaces a la hora de librarse de todo tipo de bacterias".
Por su parte, la jefa científica de la OMS, Soumya Swaminathan, precisó que hay unas 40 posibles vacunas que están en ensayos clínicos, diez de las cuales están en fase III, la etapa final, que permitirá "conocer su eficacia y seguridad".
Swaminathan consideró que algunos grupos farmacéuticos podrían tener "suficientes datos" de esos ensayos a partir de diciembre.
Con información de AFP, EFE y Reuters