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Un empresario mexicano en la corte de Juan Carlos I de España

Allen Sanginés-Krause es la pieza central del último escándalo que salpica al ex rey de España, pues presuntamente pagó varios gastos del monarca y otros miembros de su familia entre 2016 y 2018.
mar 10 noviembre 2020 05:04 AM
Juan Carlos I
La Fiscalía Anticorrupción abrió una investigación en 2019 por estos gastos de Juan Carlos I.

Un empresario mexicano es la pieza central del último escándalo que salpica a Juan Carlos I, rey de España entre 1975 y 2014: se trata de Allen Sanginés-Krause, un multimillonario que presuntamente pagó varios gastos del ex monarca y otros miembros de su familia desde 2016 a 2018.

Las autoridades españolas rastrean el uso por parte de Juan Carlos I y de sus familiares de tarjetas de crédito ligadas a cuentas bancarias de las que no son titulares. Esas cuentas serían de Sanginés-Krause, según publican varios medios españoles, citando fuentes relacionadas con el caso. Los gastos abonados por el empresario mexicano no fueron declarados por el monarca a la Agencia Tributaria —el equivalente al SAT—, por lo que habría indicios de delito fiscal.

Entre otras cosas, Sanginés habría costeado estancias en el exclusivo hotel londinense The Connaught —cuyo precio por noche ronda las 500 libras, unos 13,000 pesos—, además de la compra y el mantenimiento de una yegua de competición para Victoria Federica, la nieta de 20 años de Juan Carlos I.

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La Fiscalía Anticorrupción abrió una investigación por estos gastos en 2019, que ahora está en manos de la Fiscalía del Tribunal Supremo. Esta institución también indaga unas supuestas comisiones que supuestamente pudo haber cobrado el ex rey para que compañías españolas construyeran un tren en Arabia Saudí, inaugurado en 2018.

Sanginés, de 61 años, tiene nacionalidad mexicana y británica, y su nombre apareció por primera vez en la prensa española en 2017, cuando acogió en su castillo en Irlanda a Juan Carlos I y Marta Gayá, una mujer con la que el ex monarca tuvo una discreta relación sentimental en los 90, quien a su vez es amiga íntima de la mujer del empresario mexicano.

Actualmente, Sanginés es socio de BK Partners, una firma que maneja activos por valor de 1,500 millones de dólares, según su último informe de junio. Sus inversiones están sobre todo en México, donde participa en los sectores inmobiliario, turístico y de energías renovables a través de tres vehículos: Actur, Residential y Balam Fund.

Entre los inversores de BK Partners, se encuentran organismos federales como Afore Pensionissste o Nacional Financiera (Nafin), y grupos financieros como el gigante Goldman Sachs, donde Sanginés ocupó varios puestos de relevancia durante más de 20 años.

Hasta el pasado julio, el empresario también fue presidente de RLH Properties, una compañía enfocada en el sector turismo y dueña al 100% del Four Seasons de la Ciudad de México, entre otros activos hoteleros.

Bajo el mandato de Sanginés, RLH cerró importantes negocios con la constructora OHL, entonces controlada por otro amigo de Juan Carlos I: el empresario español Juan Miguel Villar Mir, de 88 años. Entre 2016 y 2019, RLH compró a OHL varios hoteles y un campo de golf en el exclusivo complejo Mayakoba, en Riviera Maya. En esos mismos años, Sanginés ya habría estado pagando gastos de Juan Carlos I, según la investigación.

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RLH también adquirió en 2018 el emblemático Villa Magna de Madrid, el lujoso hotel donde fue fotografiado desayunando José Ramón López Beltrán, hijo de Andrés Manuel López Obrador.

BK Partners ya no tiene participación en RLH. La empresa de Sanginés completó en marzo la venta de su 21.2% a CHPAF Holdings, un vehículo controlado por la familia Chico Pardo. Fernando Chico Pardo es el presidente del Grupo Aeroportuario del Sureste, ASUR.

Amigos desde hace años

Sanginés estudió en el ITAM y es doctorado por economía en Harvard. Además de un castillo en Irlanda, tiene propiedades en México, Londres y Madrid. Es coleccionista de arte y un apasionado de los caballos, de acuerdo con declaraciones de personas anónimas que está publicando la prensa en España.

El inicio de su amistad con Juan Carlos se remonta a décadas atrás, pero el momento más notorio llegó en 2017, cuando Sanginés inauguró un espacio de arte en una iglesia en Irlanda. Juan Carlos I acudió entonces acompañado de Marta Gayá.

Según medios españoles, Gayá presuntamente recibió en 2011 una transferencia de 1 millón de euros desde una fundación que tenía Juan Carlos I en Suiza. Esa fundación —llamada Lucum— está siendo investigada por un fiscal suizo para ver si estuvo involucrada en una posible comisión que habría recibido el ex monarca por lograr un contrato ferroviario en Arabia Saudí para empresas españolas.

El rey emérito Juan Carlos enfrenta una investigación por corrupción en España

En 2011, dos empresas saudíes y 12 españolas ganaron un contrato de 6,740 millones de euros (167,500 millones de pesos) para poner en funcionamiento el ‘Haramain High Speed Railway’. Entre esas empresas se encontraba OHL, ahora controlada desde mayo por la familia mexicana Amodio.

El ex monarca mantiene una estrecha relación con la realeza saudí desde hace años, una palanca de la que se han servido las compañías españolas para expandir sus negocios por Oriente Medio.

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Juan Carlos tenía inmunidad legal hasta que abdicó en junio de 2014, cuando le sucedió su hijo Felipe VI. Esto significa que no puede ser investigado por presuntos delitos cometidos durante su reinado (1975-2014), pero no ocurre lo mismo con los que pueda haber hecho tras renunciar a la corona. Los gastos presuntamente cubiertos por Sanginés-Krause irían de 2016 a 2018.

Esa inmunidad legal tampoco cubre al resto de los miembros de la familia Real, por lo que quedan expuestos a posibles procedimientos ordinarios de investigación del Ministerio Público.

La reputación de la Familia Real está en declive desde abril de 2012, cuando se publicó una foto de Juan Carlos delante de un elefante muerto en una cacería en África. Meses antes, en 2011, habían comenzado las acusaciones de corrupción contra su yerno Iñaki Urdangarin, sentenciado en 2017 por fraude fiscal a seis años y tres meses en prisión.

Ante la polémica suscitada alrededor de las investigaciones que se están llevando a cabo sobre su patrimonio en España y en Suiza, Juan Carlos se marchó el 3 de agosto a Emiratos Árabes Unidos en un intento de evitar que sus escándalos puedan afectar la imagen de su hijo, Felipe VI.

El rey emérito se hospeda en uno de los hoteles más lujosos del mundo: el Emirates Palace, un complejo con 1.3 kilómetros de playa privada y varios restaurantes. El precio por noche ronda los 55,000 dirhams, unos 300,000 pesos.

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