Un empresario mexicano es la pieza central del último escándalo que salpica a Juan Carlos I, rey de España entre 1975 y 2014: se trata de Allen Sanginés-Krause, un multimillonario que presuntamente pagó varios gastos del ex monarca y otros miembros de su familia desde 2016 a 2018.
Las autoridades españolas rastrean el uso por parte de Juan Carlos I y de sus familiares de tarjetas de crédito ligadas a cuentas bancarias de las que no son titulares. Esas cuentas serían de Sanginés-Krause, según publican varios medios españoles, citando fuentes relacionadas con el caso. Los gastos abonados por el empresario mexicano no fueron declarados por el monarca a la Agencia Tributaria —el equivalente al SAT—, por lo que habría indicios de delito fiscal.
Entre otras cosas, Sanginés habría costeado estancias en el exclusivo hotel londinense The Connaught —cuyo precio por noche ronda las 500 libras, unos 13,000 pesos—, además de la compra y el mantenimiento de una yegua de competición para Victoria Federica, la nieta de 20 años de Juan Carlos I.