El negociador jefe de la Unión Europea, Michel Barnier, llegó a Londres el sábado por la mañana para reanudar las conversaciones presenciales. El viernes por la noche dijo que estaba “muy contento” de estar de vuelta en la capital británica y que seguirá trabajando con “paciencia y determinación”.
Barnier y el jefe negociador británico, David Frost, están tratando de asegurar un acuerdo antes de que el período de transición de Reino Unido con la Unión Europea termine el 31 de diciembre. Ambas partes piden a la otra que llegue a un compromiso sobre los tres principales escollos de la negociación: la pesca, las ayudas estatales y la forma de resolver cualquier disputa futura.
Reino Unido abandonó formalmente el bloque el 31 de enero de este año y una salida final “sin compromiso” endurecería las fronteras con la Unión Europea, asustaría a los mercados financieros e interrumpiría las delicadas cadenas de suministro que se extienden a través de Europa y más allá, justo cuando el mundo se enfrenta al enorme coste económico de la pandemia de COVID-19.
Johnson habló el viernes por la noche con su homólogo irlandés, Micheal Martin, y reafirmó su compromiso de llegar a un acuerdo que respete la soberanía de Reino Unido, según una declaración oficial.
En cuanto al principal punto de fricción entre las dos partes, la pesca, algunos medios de comunicación sugirieron el viernes que Reino Unido rechazó una propuesta de la UE sobre el valor de la cuota de pesca que las flotas europeas capturan en aguas británicas que debe ser devuelta a Reino Unido.
El periódico The Telegraph informó que la Unión Europea hará concesiones en materia pesca.