La ceremonia dio inicio después de que la población de Reino Unido guardó un minuto de silencio en homenaje al príncipe Felipe. El episodio coincidió con el momento en que los portadores subían el féretro por las escalinatas que conducen a la capilla donde será enterrado, en el panteón real.
Las ceremonias de la realeza británica suelen ser de gran envergadura, planificadas durante años y concurridas por monarcas y mandatarios de todo el mundo.
Pero las restricciones impuestas por el coronavirus obligaron a modificar los planes para el entierro de Felipe, que falleció el 9 de abril, dos meses antes de cumplir 100 años.
Felipe, quien se casó con Isabel en 1947, ayudó a la joven reina a adaptar la monarquía al mundo cambiante de la era posterior a la Segunda Guerra Mundial cuando la pérdida del imperio y el declive de la deferencia desafiaron a la familia real más prominente del mundo.
Ahora la reina enviuda en momentos en que lidia con una de las crisis más graves de la familia real en décadas: acusaciones de racismo y negligencia de su nieto Enrique y su esposa estadounidense Meghan.
El funeral marcó el encuentro entre el príncipe Enrique y la famlia real, que se convirtió en uno de los principales focos de atención.
La muerte el pasado día 9 a los 99 años del consorte de la reina Isabel II provocó el regreso al país del hijo menor de Carlos de Inglaterra y la fallecida lady Di, por primera vez tras la emisión de la explosiva entrevista que concedió en Estados Unidos junto a su esposa, Meghan, quien no acudió al evento real debido a su avanzado embarazo.
Con información de AFP, Reuters y EFE.