El asesinato del presidente Jovenel Moïse este miércoles en la madrugada deja un vacío de poder en Haití, un país que de por sí está hundido en una crisis política y de representación desde hace tres años.
Hasta el momento, es muy poco claro quien puede ocupar la presidencia del país caribeño, pues las opciones habituales son imposibles en el contexto actual, pues no hay un par.
Legalmente, el presidente de la Corte Suprema de Haití es quien debería ocupar la presidencia del país de manera interina, indicó Jean Wilner Morin, presidente de la asociación nacional de jueces haitanos, en una entrevista con la cadena de CNN.
Sin embargo, el juez René Sylvestre, quien presidía el máximo tribunal de Haití, murió por COVID-19 hace unos días. El funeral de Sylvestre se debería celebrar este miercoles, pero aún no se sabe si se llevará a cabo.
En el caso de la muerte del presidente, la Constitución de 1987 establece que el Consejo de Ministros, encabezado por el primer ministro, ejerce el poder ejecutivo hasta la elección de un nuevo gobernante.
El siguiente funcionario que puede ocupar el cargo es el primer ministro interino de Haití, Claude Joseph. Este tendría que ser aprobado por el parlamento haitiano, dijo Morin.
También existe un problema para que esto suceda. En el caso de que la muerte se produzca a partir del cuarto año de los cinco del mandato, la Asamblea Nacional se debe reunir para elegir a un presidente que cumpla el mandato del fallecido, pero desde enero de 2020 el Legislativo está clausurado debido al aplazamiento de las legislativas previstas para 2019.
"Por lo tanto constitucionalmente, no puede reemplazar al presidente de la república", explicó Morin a CNN.
Además, no está muy claro quien es el primer ministro de Haití. Estaba previsto que Joseph fuera sustituido esta semana tras tres meses en el cargo. Este lunes Moïse nombró para ese puesto a Ariel Henry, quien todavía no había asumido de forma oficial.
Morin señaló que hay otro precedente que se remonta a 2015, cuando el presidente de la Asamblea Nacional dio un paso al frente para llenar el vacío de liderazgo. De nuevo, tampoco hay ahora ningún funcionario en ese rol.
Sin embargo, con un tercio del Senado todavía en su lugar, Morin señaló que quizás los funcionarios verán si el líder del Senado, Joseph Lambert, puede ser una opción para ocupar la presidencia de Haití.
Moïse fue asesinado este miércoles por hombres armados que perpetraron un asalto a su residencia de madrugada en el barrio de Pelerin de Puerto Príncipe, informó el primer ministro interino.
Haití se encuentra bajo un estado de sitio, es decir, las fronteras están cerradas mientras la ley marcial es impuesta temporalmente, con el ejército de Haití y la Policía Nacional de Haití (PNH) facultados para hacer cumplir la ley.
El país caribeño atraviesa una fuerte crisis política desde mediados de 2018 y vivió su momento más grave el pasado 7 de febrero, fecha en la que Moïse denunció que la oposición, con el apoyo de jueces, tramaban un golpe de Estado.
El asesinato de se produce dos meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 26 de septiembre, unos comicios en los que Moïse no podía ser candidato.
Moïse había convocado para la misma fecha un referéndum para aprobar una nueva Constitución, un proyecto que no contaba con el apoyo de la oposición ni de la comunidad internacional.
Con información de EFE
