Tras presidir una reunión virtual del grupo de países ricos, Johnson aseguró que las potencias occidentales cuentan con "considerables" mecanismos "económicos, diplomáticos y políticos" para respaldar esa exigencia.
En una declaración final tras la cumbre, los siete líderes expresaron su "grave preocupación" por la situación en Afganistán y lanzaron un "llamamiento a la calma y a la moderación" para garantizar la seguridad de los ciudadanos afganos e internacionales y evitar una crisis humanitaria.
"Pedimos que se respeten las obligaciones derivadas del derecho internacional de los derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres, las niñas y las minorías, y que se respete el derecho internacional humanitario en todas las circunstancias", afirmaron.
"Vamos a tener que relacionarnos con los talibanes. Probablemente habrá un gobierno talibán en Kabul, y la principal condición que vamos a exigir como G7 es que deben garantizar desde ahora mismo, hasta el 31 de agosto y más allá, un paso seguro para aquellos que quieran salir" del país, dijo el primer ministro británico.
En un comunicado conjunto difundido por Downing Street, los mandatarios del grupo de países ricos subrayaron que los talibanes deben cumplir sus "obligaciones bajo la ley internacional de derechos humanos".
Los líderes del G7 subrayaron por otra parte que Afganistán "no debe volver a ser un refugio para el terrorismo y una fuente de ataques terroristas contra otros países”.