Aerosoles donde puede haber virus de COVID
La OMS también ha señalado que la transmisión aérea del virus de la COVID-19 podría ser posible en circunstancias y lugares específicos en que se efectúan procedimientos o se administran tratamientos que pueden generar aerosoles, por ejemplo, intubación endotraqueal, broncoscopia, aspiración abierta, administración de un fármaco por nebulización, ventilación manual antes de la intubación, giro del paciente a decúbito prono, desconexión del paciente de un ventilador, ventilación no invasiva con presión positiva, traqueostomía y reanimación cardiopulmonar.
Por su parte, el estudio señala que los aerosoles respiratorios se forman en actividades respiratorias, como respirar, hablar, cantar, gritar, toser y estornudar.
En todos los eventos de superdifusión, los casos se produjeron al inhalar el aire de una misma habitación de lugares muy concurridos en los que permanecían una hora o más, que estaban mal ventilados y en los que las mascarillas se usaban mal o no se usaban.
Medidas para prevenir el contagio de coronavirus
La investigación dirigida por Chia C. Wang reveló que los aerosoles tienen una ventaja importante: se pueden eliminar con solo ventilar, filtrar y renovar el aire, una medida que reduce la transmisión aérea de los virus.
Respecto al uso generalizado de mascarillas —una medida por la que han optado muchos gobiernos y organismos nacionales para frenar las infecciones causadas por la variante Delta y los contagios en personas vacunadas con la pauta completa—, el estudio concluye que es una forma eficaz y económica de bloquear los aerosoles cargados de virus.
No obstante, es poco probable que una sola estrategia sea suficiente para eliminar la transmisión de las variantes emergentes del SARS-CoV-2, apuntan los autores.