"Sé que no parece, pero tengo más de 65", bromeó el presidente de 78 años.
También son elegibles para recibir el refuerzo las personas con problemas de salud y quienes por razones laborales se exponen frecuentemente al virus, como por ejemplo los docentes.
Pero el problema, dijo Biden, es que una buena parte de los estadounidenses se rehúsa a recibir siquiera una dosis, lo cual potencia la propagación de la altamente contagiosa variante delta del virus.
Biden dijo que el 77% de los estadounidenses fueron vacunados pero indicó que eso no es suficiente por la reticencia del casi 25% restante.
"Esa minoría está causando mal a muchos, un horrible peligro para el resto del país", dijo Biden.
El presidente recibió la primera dosis de la vacuna de Pfizer en diciembre y la segunda en enero luego de asumir el cargo.
Unos 60 millones de personas son elegibles en Estados Unidos para una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer, dijo Biden la semana pasada.
Señaló además que las personas que se dieron las vacunas de las farmacéuticas Moderna o Johnson & Johnson podrían recibir inyecciones de refuerzo una vez que se completen los estudios, y agregó que esperaba que todos los estadounidenses fueran elegibles "en el corto plazo".
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dijeron el viernes que los datos sobre las vacunas de refuerzo de Moderna y J&J serían evaluados "en las próximas semanas".