Rechazando cualquier responsabilidad en el aumento récord de los precios del gas, el presidente ruso Vladimir Putin se posicionó este miércoles como alguien capaz de aportar una solución a la crisis, dando lecciones a sus clientes —y rivales geopolíticos— europeos.
Durante un foro energético en Moscú, el presidente ruso se dijo dispuesto a incrementar el abastecimiento de gas.
"Si nos piden que incrementemos [las exportaciones] aún más, estamos dispuestos" a hacerlo, declaró el mandatario. "Aumentaremos [las exportaciones] tanto como nos lo pidan nuestros socios", añadió.
También afirmó que desea "un mecanismo de estabilización a largo plazo del mercado de la energía, lo que es muy importante en la difícil situación actual".
Según el mandatario ruso, los Estados europeos, a los que Rusia aporta un tercio del gas que consumen, se "equivocaron" al "delegar en la mano invisible del mercado" sus necesidades energéticas, en lugar de multiplicar en los últimos años los contratos a largo plazo con Moscú.
¿Qué busca la Unión Europea?
La Unión Europea (UE) busca diversificar sus proveedores de energía, tanto para reducir la huella de carbono como para reducir su dependencia de Moscú.
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Sin embargo, según Putin, el gas es una fuente clave si se quiere alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono. Además, anunció que Rusia prevé lograr ese objetivo para 2060, gracias al gas, cuya huella es mucho menor que la del carbón o la del petróleo.