Nicaragua concluyó este domingo unas controvertidas elecciones en las que el presidente Daniel Ortega se encamina a un cuarto mandato consecutivo tras 14 años en el poder, sin una real competencia y con siete aspirantes opositores detenidos.
Las 13,459 urnas cerraron tras 11 horas de votación, informó la televisión oficial. La jornada, que estuvo resguardada por unos 30,000 militares y policías, transcurrió sin mayores incidentes, con la oposición clamando un enorme abstencionismo y el oficialismo una gran participación.
El ganador no ha estado en duda, pero como la oposición llamó a no votar, se desconoce la participación de los 4.4 millones de electores llamados a elegir también a 90 diputados de un Congreso que, igual que todos los poderes del Estado, está bajo control del Ejecutivo. Hasta el momento, el Consejo Supremo Electoral (CSE) no ha dado ninguna estimación de votación y anunció que habrá resultados hacia la medianoche.