Al menos otros 50 ejecutados extrajudicialmente eran miembros de la rama afgana del Estado Islámico, cuyos abusos recientes contra la población civil también fueron condenados por la oficina de la ONU.
En estos casos se usaron "métodos brutales de ejecución que incluyeron ahorcamientos y decapitaciones", subrayó la "número dos" del alto comisionado.
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Al-Nashif también mostró la preocupación de Naciones Unidas por el reclutamiento de niños por parte del régimen talibán y el Estado Islámico, que se advierte en la creciente presencia de menores en controles de seguridad, puestos de combate o incluso utilizados como guardaespaldas.
La alta comisionada adjunta también manifestó profunda inquietud por el retroceso en los derechos de mujeres y niñas en Afganistán desde la llegada de los talibanes.
Aunque el reciente decreto del 3 de diciembre sobre derechos de las mujeres presentado por los talibán "es una señal importante, aún deja muchas cuestiones sin resolver", destacó Al-Nashif, quien puntualizó que no aclara por ejemplo si habrá una edad mínima para contraer matrimonio o garantizará el acceso a la educación o el empleo.
De los 4.2 millones de niños que actualmente no van a la escuela, un 60% son niñas, recordó Al-Nashif, quien añadió que se ha prohibido a las mujeres ejercer la mayoría de los trabajos, exceptuando algunas labores sanitarias, educativas o de asistencia.
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Se han cerrado los comercios operados por mujeres, impidiendo el acceso de éstas al mercado, y "muchas tienen que ir acompañadas por un pariente masculino si salen de su domicilio", criticó la alta comisionada adjunta.