La última ola de COVID-19 ocasionada por Ómicron cobró la vida de una de cada 670 personas contagiadas, en Reino Unido, según un análisis del Daily Mail.
Datos de Reino Unido sugieren que Ómicron es 100 veces menos mortal que Delta
Los expertos consultados por el diario británico sugieren que Ómicron podría ser una variante tan letal como la influenza estacional y que, dados los datos actuales, es 100 veces menos mortal que la variante Delta.
La tasa de letalidad, es decir, la proporción de infecciones confirmadas que terminan en muertes, para la influenza estacional es de 0.1. Lo cual quiere decir que por cada 1,000 infectados, solamente uno fallece por la enfermedad.
Sin embargo, aunque Ómicron está dando señales de ser menos virulento que Delta y casi tan letal como la gripe, es al mismo tiempo más contagioso. En este sentido, los expertos siguen advirtiendo que inevitablemente seguirá causando fallecimientos.
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Por su parte, investigadores de la Universidad de Washington esperan que Ómicron mate hasta un 99% menos personas que Delta. Pero el modelo de estos científicos calcula que Ómicron podría ser incluso menos letal que la gripe común, en la siguiente etapa de la pandemia.
Según su investigación, la tasa de letalidad de la nueva variante sería de alrededor de 0.07%, lo cual quiere decir que mataría a uno de cada 1,430 personas enfermas de COVID-19 vía Ómicron.
Además, investigadores de la Universidad de Cambridge, asesores del gobierno británico, estiman que menos del 1% de los menores de 75 años que contraen COVID fallecen a causa del virus y que esta tasa de mortalidad desciende en los más jóvenes.
No hay razón para bajar la guardia
Pese a estos indicios, los científicos siguen advirtiendo que no es recomendable que la variante Ómicron circule sin control, pues esto podría dar lugar a nuevas variantes de coronavirus, cuya letalidad es difícil de prever. Además de que los contagios masivos pueden comprometer el funcionamiento correcto de los servicios de salud.
Robert Dingwall, experto en sociología de la Universidad de Nottingham Trent, indicó al Daily Mail que Ómicron está circulando todavía a la par de la propia variante Delta, por lo cual aún hay riesgo de ver niveles significativos de hospitalización.
Otra razón para guardar cautela sobre la probable baja letalidad de Ómicron es que las estadísticas podrían estar sesgadas dado el alto número de pruebas. En Gran Bretaña, en el último año, el uso de pruebas rápidas creció 245%.