Sin embargo, los recientes éxitos de la tecnología de ARN mensajero, que ha permitido el desarrollo de vacunas contra el Covid-19 en un tiempo récord, incluida la de Moderna, han suscitado esperanzas.
La vacuna pretende educar a las células B, que forman parte de nuestro sistema inmunitario, para que produzcan estos anticuerpos.
Para ello, el ensayo probará la inyección de un inmunógeno inicial, es decir, una sustancia capaz de provocar una respuesta inmunitaria, y un inmunógeno de refuerzo inyectado posteriormente. Se entregarán a través de la tecnología de ARN mensajero.
"La producción de bnAbs está ampliamente considerada como un objetivo de la vacunación contra el VIH, y este es un primer paso en ese proceso", dice el comunicado.
"Serán necesarios otros inmunógenos para guiar al sistema inmunitario por el camino correcto, pero esta combinación de un refuerzo y un potenciador podría ser el primer componente clave de un posible régimen de vacunas contra el VIH", dijo David Diemert, científico jefe del ensayo en uno de los cuatro centros donde éste se realiza, la Universidad George Washington.
Los inmunógenos utilizados fueron desarrollados por la organización de investigación científica Iniciativa Internacional para la Vacuna contra el Sida (IAVI) y el Instituto de Investigación Scripps, con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIAD) de Estados Unidos, y Moderna.