"Sanciones que duelan"
Durante la jornada el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, había advertido que con el enorme paquete de sanciones en estudio -el mayor lanzado por el bloque - Rusia corría el riesgo de un "aislamiento sin precedentes".
A su vez, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que con las sanciones "debilitaremos la base económica de Rusia y su capacidad de modernización".
"Además, congelaremos los activos rusos en la UE y detendremos el acceso de los bancos rusos al mercado financiero europeo", adelantó.
"Precisamos sanciones que duelan", dijo el primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, al llegar a la sede de reuniones, en una expresión que con numerosas variantes fue repetida por varias fuentes.
Sin embargo, los países de la UE optaron por no excluir ahora al sistema financiero ruso del sistema interbancario SWIFT, como lo había solicitado el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
Una carta para más adelante
Un diplomático europeo confió a AFP que "varios países" se opusieron a adoptar ahora esa medida, ya que preferían mantener esa carta para más adelante.
El jefe del gobierno de Alemania, Olaf Scholz, dijo al llegar a la sede de reuniones que "es muy importante que decidamos sobre las medidas que se han preparado en las últimas semanas y que guardemos todo lo demás para una situación en la que sería necesario hacer otras cosas".
En tanto, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, dijo que la eventual exclusión de Rusia del sistema SWIFT debería ser coordinada estrechamente con otros países occidentales, en particular con Estados Unidos y el Reino Unido.
Según el sitio web de la asociación nacional rusa Rosswift, Rusia es el segundo país -superado apenas por Estados Unidos- en número de usuarios, con unos 300 bancos e instituciones miembros del sistema.
Más de la mitad de las organizaciones crediticias rusas están representadas en SWIFT, según Rosswift.