Julianne Smith, la embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, trató de contextualizar los comentarios de Biden, diciendo que siguieron a un día de conversaciones del presidente demócrata con refugiados ucranianos en Varsovia.
La invasión rusa -que lleva más de un mes- ha expulsado de sus hogares a una cuarta parte de los 44 millones de habitantes de Ucrania.
"En ese momento, creo que fue una reacción muy humana, una declaración de principios por los relatos que había escuchado ese día", dijo Smith al programa "State of the Union” de CNN.
"Estados Unidos no tiene una política de cambio de régimen en Rusia. Así de claro", explicó.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo en una conferencia de prensa en Jerusalén que cualquier decisión sobre el futuro liderazgo de Rusia "dependería del pueblo ruso".
El senador James Risch, el principal senador republicano en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, calificó los comentarios de Biden como una "horrible metedura de pata" y dijo que deseaba que el mandatario se hubiera apegado al protocolo en sus comentarios durante la visita a Polonia.
"La mayoría de las personas que no se dedican a las relaciones exteriores no se dan cuenta de que esas nueve palabras que pronunció provocarían el tipo de conmoción que provocaron", dijo a CNN. "Esto va a causar un gran problema".