Si no se consiguen desarrollar técnicas de captura de carbono, el carbón debería ser abandonado totalmente, el uso del petróleo debería ser reducido en al menos 60% y el gas en al menos 70% de aquí a 2050, respecto a los niveles de 2019.
“Casi toda la producción mundial de electricidad debería provenir de fuentes con cero o baja emisión de carbono”, estima el IPCC.
Solamente el 10% de la electricidad producida en el mundo en 2021 proviene de la energía solar o eólica, calculan expertos del sector independientes.
Los hogares que representan el 10% con más ingresos en el mundo acumulan el 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero, señala el IPCC.
Dos tercios de ese 10% viven en los países desarrollados. Las emisiones de las clases medias y desfavorecidas de los países desarrollados representan por su parte entre 5 y 50 veces más que sus homólogos en los países en desarrollo, añade su informe sobre medidas para combatir la situación.
Debatido a lo largo de más de dos semanas, el texto propone cambios radicales en la manera de vivir de la Humanidad, confrontada en la actualidad a un alza del precio de la energía a causa de la guerra en Ucrania.
“Disponer de políticas públicas, infraestructuras y tecnología para poder cambiar nuestro estilo de vida y nuestros comportamientos” es esencial para lograr esos objetivos, explica el grupo de expertos.
"Algunos gobiernos y líderes empresariales dicen una cosa pero hacen otra. Por decirlo llanamente, mienten. Y los resultados serán catastróficos" declaró Guterres en un mensaje video tras la publicación del informe