Según indicó, comenzó a seguirlos debido a sus "mutaciones adicionales, que necesitan ser estudiadas más a fondo para entender su impacto en el potencial de escape inmunológico".
Los virus mutan todo el tiempo, pero sólo algunas mutaciones afectan a su capacidad de propagación o de evadir la inmunidad previa de la vacunación o la infección, o a la gravedad de la enfermedad que causan.
Por ejemplo, la BA.2 representa ahora casi el 94% de todos los casos secuenciados y es más transmisible que sus hermanas, pero las evidencias hasta ahora sugieren que no es más probable que cause una enfermedad grave.
Según la OMS, sólo se han notificado unas pocas decenas de casos de BA.4 y BA.5 a la base de datos mundial GISAID.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido dijo la semana pasada que se detectó la BA.4 en Sudáfrica, Dinamarca, Botsuana, Escocia e Inglaterra entre el 10 de enero y el 30 de marzo.
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Todos los casos de BA.5 se produjeron en Sudáfrica hasta la semana pasada, pero el lunes el Ministerio de Sanidad de Botsuana dijo que identificó cuatro casos de BA.4 y BA.5, todos ellos en personas de entre 30 y 50 años que estaban totalmente vacunadas y experimentaban síntomas leves.