"Sin embargo, la ciudad no se rinde. Seguirá siendo ucraniana siempre que resistan sus valientes defensores, hasta la última bala", prosigue el texto.
Hasta ahora, el regimiento Azov ha desoído los sucesivos ultimátum del mando militar ruso para que se rinda y deponga las armas, el último de los cuales fue emitido este miércoles.
El alcalde de Mariúpol, Vadym Boishenko, apremió por su parte a los civiles que siguen en la ciudad a usar el corredor de evacuación pactado para es y por el que, según las autoridades locales, se quiere poner a salvo a unos 6,000 habitantes.
"No tengan miedo, vayan a Zaporiyia, ahí estarán a salvo", afirmó el alcalde, a través de su cuenta en Telegram, después de que esta mañana el gobierno de Kiev anunciara un acuerdo para abrir un corredor humanitario en medio de la situación de emergencia de la ciudad.
Rusia inicia una “nueva fase” de bombardeos masivos en Ucrania
El objetivo de ese corredor es evacuar principalmente a mujeres, niños y ancianos y su primer destino sería Zaporiyia, donde, recordó el alcalde, "podrán reunirse con sus familiares".
La apertura del corredor humanitario fue anunciada esta mañana por la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, después de que en los últimos tres días no se hubiera establecido ninguno por no existir garantías de seguridad para esos operativos, según Kiev.
Rusia dio este miércoles un nuevo ultimátum a las fuerzas ucranianas que resisten en la planta metalúrgica de Azovstal en Mariúpol para que depongan las armas.