Previamente, otro consejero de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, había recordado en Twitter que el gobierno ucraniano exigía "una tregua" en Mariupol por la Pascua ortodoxa, que se celebra este domingo, y "un corredor humanitario inmediato para los civiles" boqueados en esa ciudad portuaria, así como "un acuerdo para unas negociaciones especiales para intercambiar prisioneros militares".
En la gran fábrica de Azovstal continúan atrincherados combatientes ucranianos, faltos de comida y de municiones, y "alrededor de un millar de civiles, mujeres y niños" y "centenares de heridos", según el presidente ucraniano.
Su homólogo ruso, Vladimir Putin, reclamó la rendición de esos últimos combatientes y pidió a su ejército que asedie "la zona de forma que ni una mosca pueda pasar".
Rusia afirma que persigue el "control total" del sur de Ucrania y de la región oriental del Donbás, para contar con un puente terrestre hacia Crimea, que Moscú se anexionó en 2014.
Las negociaciones entre Rusia y Ucrania para solucionar el conflicto están estancadas, según dijo el viernes el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. Las últimas discusiones, por videoconferencia, no condujeron a ningún progreso aparente.
La semana pasada, el gobierno ucraniano había señalado que las negociaciones con Moscú eran "extremadamente difíciles".