El gobierno decretó "un duelo oficial y las banderas a media asta" por un periodo de 40 días, con trabajos suspendidos en el sector público y privado durante los primeros tres días, agregó.
El jeque Jalifa bin Zayed Al Nahayan sucedió en noviembre de 2004 a su padre, jeque Zayed bin Sultan Al Nahayan, presidente y padre fundador de los Emiratos Árabes Unidos, rico Estado del Golfo que agrupa siete emiratos, entre ellos Dubái y la capital Abu Dabi.
Desde el derrame cerebral de 2014, su medio hermano Mohamed Bin Zayed, príncipe heredero de Abu Dabi, llamado "MBZ", dirige los asuntos del país y es considerado como el gobernante de facto de la monarquía petrolera con influencia creciente.
"Sus posiciones, sus éxitos, su sabiduría, su generosidad y sus iniciativas se encuentran en todos los rincones del país" declaró en Twitter Mohammed bin Zayed. "Jalifa bin Zayed, mi hermano, mi mentor y mi profesor, que Dios te conceda su misericordia", agrega.
Desarrollo económico
Tras el establecimiento en 1971 de la federación, el jeque Jalifa fue designado vice primer ministro del nuevo Estado. Presidió luego el Consejo Superior del Petróleo, organismo dotado de amplios poderes en el ámbito energético.
Bajo el mandato del jeque Jalifa, los Emiratos vivieron un rápido desarrollo económico, impulsado por las riquezas petroleras de Abu Dabi, que concentra el 90% de las reservas de la federación, y convirtió en Dubái en un centro de finanzas, lujoso destino turístico y centro crucial de transporte aéreo.
Pero, a imagen de su presidente, Emiratos se mantuvo relativamente discreto en el escenario internacional, situándose generalmente tras su gran aliado, Arabia Saudita, gigante del Golfo y del mundo árabe.
Según los observadores, es bajo el impulso del príncipe "MBZ" que el país sale progresivamente de su habitual discreción, en especial desde los años 2010 al ganar una creciente influencia en Medio Oriente y en África.