La decisión del gobierno indio de prohibir las exportaciones de trigo para asegurar el consumo interno, en medio de la estampida de precios internacionales por la guerra en Ucrania, causó consternación en el extranjero e hizo subir aún más los precios del cereal.
La decisión provocó el enfado de los agricultores y comerciantes indios, que vieron cómo se les negaba una ganancia inesperada, ya que los precios internos se desplomaron.
La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 cambió la situación. Desde el comienzo de la guerra, los expertos han estado advirtiendo sobre la posibilidad de escasez de trigo. Inicialmente, temían que los agricultores ucranianos no pudieran cosechar todos los cultivos existentes o plantar nuevos este año, lo que incluso provocaría la interrupción de las cadenas de suministro locales y nacionales. Sin embargo, a los primeros cinco meses del conflicto, ahora está claro que el impacto podría ser mucho mayor de lo previsto y podría comprometer los suministros de trigo en todo el mundo.
Estamos al borde de una crisis alimentaria mundial. Sin embargo, la situación en la que nos encontramos es más complicada de lo que pensamos.
Ucrania al menos por ahora, todavía produce el grano. Sin embargo, según estimaciones, el destino de más de 55 millones de toneladas de trigo, la cantidad total producida por Rusia y Ucrania, es incierta debido al conflicto en curso.
A medida que evoluciona el conflicto y la situación se vuelve cada vez más inestable, el mundo se prepara para el impacto de una posible crisis mundial del trigo . Las Naciones Unidas advirtieron que entre el 30% y el 40% de la cosecha de otoño de 2022 en Ucrania está en riesgo, ya que los agricultores no han podido plantar cultivos.
Esto podría resultar en una pérdida potencial de 19 a 34 millones de toneladas de producción de exportación este año. Las consecuencias de una guerra prolongada podrían ser aún más nefastas, ya que es probable que la cantidad alcance los 43 millones de toneladas, el equivalente a la ingesta de casi 150 millones de personas.
Actualmente, India es el segundo mayor productor de trigo del mundo al recolectar anualmente alrededor de 107 millones de toneladas, que suponen un 13,5% de la producción mundial.
De acuerdo con el gobierno, la razón principal de la prohibición fue “gestionar la seguridad alimentaria general del país y apoyar las necesidades de los países vecinos y otros países vulnerables”.
Se produce en el contexto del marzo más caluroso en 122 años que aturdió al grano, lo que provocó una caída considerable en el rendimiento. El rendimiento, este año, apenas puede cruzar la marca de 100 millones de toneladas, por debajo de la estimación inicial del gobierno de una cosecha récord de 111 millones de toneladas.
Mientras tanto, el stock en los graneros de Food Corporation of India también es bajo. Y si el gobierno extiende su programa de granos gratis, las existencias de FCI pueden disminuir aún más. Actualmente tiene 30 millones de toneladas almacenadas.
Y combinado con la compra de este año de alrededor de 19.5 millones de toneladas, es suficiente para cumplir con el objetivo del gobierno del plan de granos gratis.
